La presencia de la economía en el debate político de los últimos meses evitó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero tener que emplearse a fondo en la defensa de las medidas adoptadas o anunciar otras nuevas, aunque sí reclamó de nuevo el apoyo de las fuerzas políticas para las que se tramitan en el Parlamento. Su premisa fue la siguiente: que las decisiones tomadas --rebaja de sueldos públicos, congelación de pensiones, ajuste presupuestario para reducir el déficit, reforma del sistema financiero y consolidación fiscal-- se apliquen, se vean los resultados y que nada obligue a mayores sacrificios.

A pesar de que había anunciado que la reforma de las pensiones sería su "prioridad" en los próximos meses y centraría el debate iniciado ayer, no fue así. De hecho, no aportó ni una sola novedad a lo ya propuesto por el Gobierno en el Pacto de Toledo --elevar la edad de jubilación hasta los 67 años y ampliar el periodo de carencia y de cálculo de las pensiones-- y evitó poner una fecha para la reforma en atención a un deseado acuerdo con los grupos parlamentarios. Pese a todo, estos le reprocharon la congelación de dichas prestaciones el año que viene.

Para restañar las heridas abiertas en su base social con las medidas más impopulares, Zapatero hizo un guiño a UGT y CCOO, aunque evitó hablar de la huelga general convocada para el 29 de septiembre. Aseguró que el objetivo de la reforma laboral no es el "debilitamiento" de los sindicatos, sin los cuales "la defensa de los intereses de los trabajadores quedaría definitivamente debilitada". Antonio Gutiérrez, exsecretario general de CCOO, fue el único diputado del PSOE que no aplaudió.

CONCILIADOR Con la vista puesta en futuros aliados con los que deberá acordar nuevas reformas y los presupuestos generales del Estado para el 2011, Zapatero se mostró conciliador con los anzuelos lanzados por CiU y PNV.

Josep Antoni Duran Lleida le reprochó que hubiera elegido al PP para el pacto en materia energética. Acto seguido, Zapatero anunció que ha dado indicaciones al ministro de Industria para que esté abierto, en la negociación del mix eléctrico, a las propuestas de la federación sobre el papel de la energía nuclear. Al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, le dijo que había entendido el mensaje cuando este le recordó que, para que los nacionalistas vascos apoyen la cuentas del año que viene, debía cumplir con lo pendiente de anteriores ejercicios.