José Luis Rodríguez Zapatero instó ayer a los nuevos policías salidos de la Academia de Avila a prestar una atención especial al terrorismo islamista. Para combatirlo, reclamó una mayor coordinación entre los diversos cuerpos policiales, perfeccionar los servicios de información y "estar muy atentos tanto a los focos locales como a la movilidad internacional" de los activistas.

Zapatero, que presidió la jura del cargo de una nueva promoción, integrada por 1.438 nuevos agentes, recordó que el nuevo terrorismo internacional "se hizo cruelmente patente el 11 de marzo en Madrid". Y señaló: "Nos acecha un nuevo terrorismo difuso, escurridizo, que se alimenta del fanatismo y que se sirve de la mayor permeabilidad de las fronteras y del desapego a la vida propia y a la ajena".

"ALERTA CONTINUA" Zapatero también quiso dejar claro que "la lucha contra el terrorismo de ETA no ha acabado", y animó a los agentes a mantener "una alerta continua para prevenir sus golpes". Remarcó, además, que dentro de la finalidad esencial del Estado de garantizar la seguridad y la libertad de todos los ciudadanos, sea cual fuere su origen, condición económica y social o creencias, debe ocupar una atención especial la lucha contra la criminalidad, porque no sólo daña a las víctimas, también deteriora la democracia.

El jefe del Ejecutivo también animó a los representantes sindicales del Cuerpo Nacional de Policía y al Ministerio del Interior a "avanzar decididamente en la gradual equiparación de las condiciones económicas" de los agentes respecto a las policías autonómicas. Zapatero aludió al esfuerzo presupuestario que realizará el Gobierno para mejorar las condiciones de seguridad y se comprometió a crear 9.000 nuevas plazas de policías y guardias civiles en el año 2005, además de 36.000 plazas a lo largo de los próximos cuatro años.

Zapatero dio "ánimo" y deseó "suerte" a los nuevos agentes y evocó a los que perdieron la vida en actos terroristas. En su discurso les pidió que además de ser eficaces presten especial atención a las víctimas de la criminalidad y a los colectivos de personas expuestos a mayores riesgos, como ancianos, niños y "muy especialmente" las mujeres.

El presidente estuvo acompañado por el ministro del Interior, José Antonio Alonso; del secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; y el director de la Policía, Víctor García Hidalgo. Rodríguez Zapatero fue acogido con aplausos por los 7.000 familiares de los nuevos agentes, que abarrotaban la grada y el entorno del campo de fútbol de la Academia de Policía de Avila.