La Unión Europea (UE) mirará este fin de semana hacia Africa, continente con el que quiere finiquitar la relación colonial mantenida durante siglos y entrar en una nueva dinámica. Para ello, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defenderá que los Veintisiete y Africa firmen un pacto sobre inmigración, centrado en el fomento del empleo en los países de origen, la creación de flujos migratorios legales y la lucha contra las mafias que trafican con personas.

Es la segunda vez en la que la UE y Africa se sientan a la mesa. No lo hacían desde el 2000. Han sido necesarios siete años para olvidar la primera vez, en El Cairo, cuando el líder libio, Muamar Gadafi, arremetió contra los europeos. Esta vez el rol de principal amenaza para la cumbre recae en el presidente de Zimbabue, el dictador Robert Mugabe, cuya presencia ha provocado la ausencia del premier británico, Gordon Brown.

Zapatero disertará sobre la inmigración. Así, comentará algunas ideas para ayudar al arraigo de los jóvenes en Africa, defenderá la mejora de las infraestructuras para que algunos países puedan desarrollarse y así aumentar su capacidad exportadora.