Apesar de las siete bombas que ETA hizo estallar ayer en diferentes puntos de España, el presidente del Gobierno reiteró su convicción de que la banda terrorista abandonará la violencia en esta legislatura. José Luis Rodríguez Zapatero aseguró durante la recepción en el Congreso para conmemorar el 27º aniversario de la Constitución que mantiene una "esperanza cierta" de que ETA realizará lo que denominó "avances sustanciales" hacia la paz, aunque advirtió inmediatamente de que el proceso será "largo, duro y difícil".

El jefe del Ejecutivo colocó la pelota en el tejado de los terroristas, al asegurar que es a ellos a quienes les corresponde "abandonar las armas". "Está en sus manos", resumió. Ahora bien, dejó claro que, si hay una oportunidad para lograr la paz, su Gobierno no la desaprovechará. El presidente descartó que el proceso de paz vaya a guiarse por el que se produjo en Irlanda con el IRA. Ese es "uno" de los modelos que pueden aplicarse, dijo para explicar que es difícil exportar experiencias cuando se trata de acabar con el terror.

El jefe del Ejecutivo consideró "poco responsable" definir ahora las condiciones de la negociación, pero avanzó que su Gobierno "señalará el camino" en cuanto ETA "abra la puerta". Algo que, precisó, aún no ha ocurrido. Zapatero recordó que vivimos el mayor periodo sin víctimas mortales desde que la banda inició su actividad hace 30 años y consideró que ése es uno de los "hechos significativos" que le invitan a mantener "la esperanza prudente" de que puede lograrse la paz esta legislatura, que finaliza en marzo del 2008.

ANSIA SOCIAL A la ausencia de muertos se une la eficacia en la lucha antiterrorista, que en lo que va de mandato socialista se ha saldado con la detención de más de 200 miembros o colaboradores de ETA. Zapatero señaló que "la palabra paz invade como nunca" los discursos de todos los agentes políticos vascos, lo que evidencia un "ansia" de la sociedad a su juicio sin precedentes. El presidente recordó que algunos dirigentes de Batasuna han colocado ya la paz por delante de la ideología. Todos esos "hechos significativos", analizó, le conducen al optimismo, aunque reconoció que aún no se ha producido ningún "hecho sustancial" que indique que la paz está próxima. Un hecho "sustancial", aclaró, sería que ETA anunciase que renuncia a la violencia.

El presidente consideró que en materia antiterrorista "las cosas están mejor que hace dos años", y lamentó que a pesar de esos datos objetivos, el PP continúe "haciendo oposición con la lucha antiterrorista". Pese a no contar con el respaldo del principal partido de la oposición, reiteró que aprovechará la oportunidad si ETA "abre la puerta" al fin de la violencia.

A pesar de todo, pidió calma a la ciudadanía porque el proceso para alcanzar la paz será "largo, duro y difícil".