El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido hoy a mejorar los medios materiales y las condiciones laborales de la Policía y la Guardia Civil durante el acto de homenaje a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado fallecidos en acto de servicio en 2008.

En un acto solemne celebrado en los jardines del Palacio de la Moncloa por segundo año consecutivo, y al que han asistido las altas instituciones del Estado y los mandos policiales, Zapatero, junto a los ministros del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y Defensa, Carme Chacón, ha entregado a los familiares de los fallecidos una placa de reconocimiento a su labor.

El compromiso del jefe del Ejecutivo coincide con la decisión de los principales sindicatos de la Policía y de las asociaciones profesionales de guardias civiles de no asistir al homenaje, en protesta por la actitud de "desprecio" del Gobierno hacia sus reivindicaciones laborales. "Seguiréis teniendo el respaldo que necesitéis", ha manifestado Zapatero en un acto en el que ha elogiado la "abnegación, valentía y generosidad" de los ocho guardias civiles y cinco policías fallecidos el año pasado y ha abogado porque "la memoria de su sacrificio prevalezca sobre el olvido".

En esta misma línea, Rubalcaba ha dicho que la "memoria, si no el remedio, es el mejor paliativo para la ausencia" de quienes cumplieron con su labor "como excelentes profesionales" y "dieron ejemplo de entrega más allá de lo exigido".

En una gélida mañana en Madrid, han asistido al homenaje los presidentes del Congreso y el Senado, José Bono y Javier Rojo; la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; el del Supremo, Carlos Dívar; el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez; el presidente del PP, Mariano Rajoy; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y representantes de los grupos parlamentarios.

El acto solemne ha comenzado con los sones del himno de España, interpretados por una banda mixta de policías y guardias civiles que ha cerrado el homenaje con los acordes de la "Muerte de Ase" de Edgar Grieg, mientras cuatro agentes colocaban una corona de laurel en recuerdo de los fallecidos en acto de servicio.

En su discurso, en el que ha recordado el reciente 30 aniversario de la Constitución, el presidente del Gobierno ha remarcado que el trabajo policial es una de las labores "más dignas y nobles" que se pueden desarrollar en democracia, ya que la seguridad ciudadana es, precisamente, la que ampara la "convivencia pacífica" de los españoles. Se trata, ha insistido, de una tarea "vital e insustituible" y, por ello, "somos sensibles a vuestras necesidades".

"El ejemplo de estas personas es la mejor referencia cuando las fuerzas flaquean", ha reconocido, por su parte, el ministro del Interior, quien ha subrayado que los trece agentes fallecidos perdieron su vida "con honor" y defendiendo "nuestras vidas". La mayoría de los sindicatos de la Policía y de asociaciones de guardias civiles han declinado la invitación al acto solemne de homenaje y por contra han pedido a Pérez Rubalcaba, "más respeto cuando estamos vivos".

"Agradecemos las muestras de apoyo cuando estamos muertos, pero exigimos más respeto cuando estamos vivos", han asegurado en un comunicado, en el que además rechazan que se "utilice" su muerte para actos de "liturgia política" en presencia de los medios de comunicación, "cuando en la práctica diaria somos despreciados".

Desde el pasado mes de julio, los sindicatos policiales mantienen abierto un conflicto colectivo en demanda de mejoras laborales para los agentes del Cuerpo, que culminó con una manifestación el pasado 18 de octubre en Madrid a la que acudieron miles de policías y guardias civiles.