El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente del PP, Mariano Rajoy, intercambiaron duros golpes dialécticos durante el debate del estado de la nación. El jefe del Ejecutivo acusó a su oponente de no ayudar contra la crisis, sino de aprovecharse de la misma. También le acusó de querer abaratar el despido y de no realizar ninguna propuesta concreta para salir de esta situación, aunque admitió, poniéndolo como demostración de su intención de pactar, que había aplicado algunas medidas propuestas por el PP. Rajoy se sintió ofendido por esta acusación de aprovecharse de la crisis y jalear el paro y recordó a Zapatero que él no dice más que lo que dicen muchos socialistas, entre los que citó a Joaquín Almunia, Miguel Angel Fernández Ordóñez, Carlos Solchaga y hasta el premio Nobel admirado por Zapatero, Paul Krugman. También rechazó la acusación de querer abaratar el despido precisando que no hay despido más barato que los 7.000 que engrosan las cifras del paro cada día y acusó a Zapatero de "mentir" continuamente y de "apalear" y "dar la puntilla" a las clases medias con la supresión de la deducción por compra de vivienda a partir de 2011. Zapatero comenzó su respuesta a Mariano Rajoy con reproches por su intervención inicial en la que el presidente del PP se encaró con los diputados socialistas, a quienes acusó de no saber leer y les pidió que se callaran. "Me ha hecho retroceder dos años atrás, con el mismo estilo faltón y despreciativo", le espetó el jefe del Ejecutivo, quien lo consideró una falta de respeto a los diputados que representan a once millones de votantes.

"HA PASADO DEL ESPAÑA SE ROMPE AL ESPAÑA SE HUNDE" Prosiguió afirmando irónicamente que, desde hace dos años, han cambiado algunas cosas, ya que, precisó, Rajoy ha pasado del "España se rompe al España se hunde". Sin embargo, dijo que el líder popular está practicando la misma estrategia y le acusó de "jalear" cada dato económico negativo que sale. "Usted no tiene ningún interés en luchar contra la crisis, sino en servirse de ella para ganar posiciones políticas", le acusó al tiempo que le reprochaba haber acudido a una reunión del Partido Popular Europeo para incluir en una resolución un párrafo con los males de la economía española. Zapatero también se defendió de las acusaciones lanzadas por Rajoy de equivocarse en las previsiones alegando que este nunca hace autocrítica de las derrotas electorales y que ahora estaba justificando la de 2008 acusándole a él de haber mentido en las previsiones económicas. Además, utilizó la propuesta de Rajoy de hacer una reforma laboral para insinuar que lo que quiere es abaratar el despido y para dejar claro que eso "no va a pasar". La crisis inmobiliaria sirvió a ambos para enzarzarse en acusaciones mútuas sobre quién había provocado la burbuja. Zapatero afirmó que esta situación se gestó a partir de 1999 con el gobierno de Aznar, llegando a culpar a las deducciones por vivienda de haber provocado el incremento de los precios. Negó además que la medida de modificar las deducciones "castigue" a la clase media, sino que está enfocada a cambiar el modelo productivo. LE ACUSA DE NO PRESENTAR PROPUETAS PERO ADMITE HABER ACEPTADO ALGUNAS Dentro de los reproches de Zapatero a Rajoy fue el no haber hecho, durante su intervención, "ninguna propuesta concreta" para salir de la crisis. Sin embargo, admitió que había aplicado algunas de las medidas propuestas por el PP, como la rebaja de 5 puntos en el impuesto de sociedades de pymes y autónomos y la ayuda directa a la compra de vehículos. Lo expuso para demostrar que él si estaba dispuesto a aceptar propuestas del PP con el objetivo de llegar a acuerdos frente a la crisis. Incluso, en otro momento del debate, afirmó que estas medidas --rebaja fiscal y ayuda a la compra de coches-- responden a un modelo para cambiar el patrón de crecimiento, mientras acusaba al PP de no haber ofertado nada para que se cambie el modelo de crecimiento con coherencia. En el capítulo de reproches, Zapatero también incluyó la afirmación de Rajoy de que el Gobierno había rectificado la política antiterrorista y ahora le va mejor y por ello pedía que también rectificara la política económica. El presidente reclamó al dirigente del PP que "no vuelva a hacer una referencia a rectificaciones en materia de política antiterrorista" y le recordó que ETA está peor que nunca con la dirección política de este gobierno. El duelo dialéctico continuó con la respuesta de Rajoy, quien comenzó preguntándose con ironía si no estaría siendo injusto con "este hombre que es una bendición para España", para acto seguido afirmar que la defensa que había hecho Zapatero de su política de vivienda había sido "notable" y "otra más de sus mentiras".

LA PUNTILLA A LA CLASE MEDIA En este sentido, explicó que entre 2000 y 2003 el peso de la vivienda residencial en el PIB era del 6,7 mientras que, cuando llegó el "antiespeculador" --en referencia a Zapatero-- pasó a ser del 9 por ciento. Según Rajoy, la decisión del presidente de suprimir la deducción por vivienda a partir de los 24.000 euros de ingresos anuales es "apalear" y darle la "puntilla" a las clases medias, después de haber conseguido que "nadie se pueda comprara un piso, que las casas estén más caras y que a nadie le den un crédito". El presidente del PP también respondió con dureza a la acusación de Zapatero de que quiere abaratar el despido, al afirmar que no hay despido más fácil y barato que el de las 7.000 personas que engrosan las filas del INEM cada día, ni política de despido más barata que la que "predica" Zapatero, que "condena a millones de jóvenes a no poder independizarse". En este sentido, recordó también que fue el PSOE, con el voto a favor de Zapatero, quien recortó los derechos de los trabajadores y la prestación por desempleo, algo que provocó dos huelgas generales, al tiempo que le retaba a decir qué derechos recordó el "decretazo" de Aznar. "¿USTED PARA QUE ESTA, ABDICA DE SU RESPONSABILIDAD DE GOBERAR?" Además, y en relación con la reforma laboral, Rajoy acusó al jefe del Ejecutivo de dejar la solución a empresarios y trabajadores y le preguntó: "¿usted para qué está, abdica de su responsabilidad de gobernar?". Mariano Rajoy insistió reiteradamente en lo que considera las "mentiras" de Zapatero y puso como ejemplo la carta que ha mandado el PSOE a los electores diciendo que la derecha ha apoyado una ley en Europa para trabajar 65 horas semanales, cuando el PP votó en contra. Pero una de los reproches que más le molesto, a juzgar por el tono de la respuesta, fue la acusación de "jalear" los datos del paro. "Me van a escuchar", exclamó y acto seguido señaló que él está diciendo lo mismo sobre esta cuestión que "los autónomos, las pymes, los transportistas" y también que muchos socialistas como Carlos Solchaga, el gobernador del Banco de España, Joaquín Almunia y, en otro momento de la intervención, citó al premio Nobel de Economía, Paul Krugman, de quienes dijo que están planteando la necesidad de una reforma laboral en España.