Con el proceso de paz en su momento más crítico desde el inicio del alto el fuego hace ocho meses, acorralado entre las amenazas crecientes de ETA y el acoso sin tregua del PP, José Luis Rodríguez Zapatero recibió ayer un regalo como caído del cielo para afrontar unas semanas que se presentan cruciales para el desarrollo o el fracaso de su plan de paz: el apoyo "a muerte" de los barones del PSOE.

El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, le transmitió ese respaldo durante un mitin en Badajoz, en presencia de tres mandatarios autonómicos socialistas: Manuel Chaves, de Andalucía; José María Barreda, de Castilla-La Mancha, y Vicente Areces, de Asturias. "Nosotros los barones discutimos, y mucho. En este tema, a muerte con el presidente", dijo Ibarra ante unos 6.000 entusiastas.

En su intervención, Zapatero apenas dedicó unas palabras al proceso, y lo hizo para atacar al PP por su actitud desleal. El presidente reprochó a los populares que, mientras España experimenta un fuerte crecimiento económico y desarrolla importantes leyes de contenido social, se dediquen a hacer oposición "solo" con la lucha antiterrorista. "Eso quedará en la retina de los españoles por mucho tiempo", vaticinó. Abriendo el paraguas a un eventual fracaso del proceso, Zapatero dijo al PP que, si vuelven en el futuro al Gobierno, el PSOE los volvería a apoyar en la lucha contra el terrorismo.

Ibarra, que en las próximas elecciones autonómicas no se presentará como candidato tras 23 años de mandato, llevó ayer la voz cantante en el espinoso asunto del fin de la violencia. Conocido por su radicalismo frente a los nacionalismos, Ibarra llamó al PP a que demuestre su "patriotismo" apoyando a Zapatero. "Ese apoyo nos lo deben, al PSOE, a España, a los españoles".

También se mostró Ibarra duro con la Mesa del Congreso de los Diputados y con su presidente, el socialista Manuel Marín, a los que reclamó que den la cara puesto que la Cámara autorizó en su momento la apertura del proceso de paz.

Y ya puestos, Ibarra criticó a los medios de comunicación por prestar más atención a Otegi que a muchos ministros y exigió un "pacto entre editores" para "quitar protagonismo a los canallas". A la Iglesia le exigió que deje de dar bandazos y que se limite a apoyar al Gobierno.