José Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto recibir hoy en el palacio de la Moncloa a un grupo de representantes de las juventudes del Partido Laborista israelí y a miembros de las juventudes palestinas de Al Fatá. Fuentes de la presidencia del Gobierno informaron ayer, según la agencia Europa Press, que la reunión se celebrará a media mañana y de forma conjunta, en una llamativa escena que se producirá después de que el pasado miércoles, al ser fotografiado con una kufiya (el típico pañuelo palestino), Zapatero enojara profundamente a las autoridades israelís.

La cita en la Moncloa está prevista justo cuando las autoridades israelís han decidido poner bajo el microscopio todas y cada una de las declaraciones del Gobierno español. Por ejemplo, el embajador de Israel en España, Víctor Harel, amonestó ayer al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, por emplear la expresión "baño se sangre" para referirse a la respuesta militar hebrea ante el secuestro de dos soldados.

ECUANIMIDAD "¿Podemos quedarnos de brazos cruzados ante un baño de sangre?", se preguntó el sábado el ministro para justificar que España se haya expresado con mayor dureza que la UE sobre el conflicto de Oriente Próximo. "Quien habla de baño de sangre juzga injustamente nuestras acciones de autodefensa minimizando el uso que hacen los terroristas de los escudos humanos", replicó ayer el embajador. "Son declaraciones que no son equilibradas ni ecuánimes, condiciones requeridas en estos momentos en esta situación tan compleja", añadió. Moratinos también irritó a Israel al recordarle que "con aviones y tanques no se alcanza la paz". Harel replicó: "Debemos recordar que en Oriente Próximo toda paz fue alcanzada después de guerras, y en esta guerra terminaremos con la infraestructura terrorista de Hizbulá y de Hamás para abrir una nueva época".

En su enfrentamiento con el Gobierno, Israel cuenta con el respaldo monolítico del PP, que cree haber hallado el talón de aquiles de la política exterior de José Luis Rodríguez Zapatero. Por ello, el secretario de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, recordó que Israel, tras el 11-M, dio una "respuesta inmediata de condena y de aportación de ayuda y recursos materiales".

ESPERANDO UNA CONDENA Elorriaga criticó la forma en la que ha respondido el Gobierno actual de España a pesar de aquel precedente. "A día de hoy estamos esperando la condena de Hizbulá o Hamás", criticó el dirigente popular. "Si no entendemos que quienes amenazan la seguridad de Israel lo hacen inspirados por el mismo fanatismo de quienes amenazan y atacan a España y a la civilización occidental, no entenderemos nada", añadió el dirigente popular.

El portavoz de los conservadores concluyó que, en realidad, "el Gobierno no está liderando un proceso para alcanzar una solución en Oriente Próximo", sino que lo que está haciendo es "utilizar políticamente en clave interna el conflicto y tomando parte de forma irresponsable por uno de los contendientes".