Zapatero llamó ayer al orden. A los suyos. Lo hizo con delicadeza en las formas y dureza en el contenido durante la clausura de la convención autonómica del PSOE, en la que los barones territoriales y los cuadros medios del partido, reunidos en aquelarre, habían transmitido en la jornada del sábado mayor preocupación por si su líder será o no candidato electoral en el 2012 que por la marcha del país.

Desde luego, no se les había visto ningún entusiasmo ante el mayor logro del Gobierno en esta legislatura: el pacto social alcanzado con los sindicatos y los empresarios para la reforma del sistema de pensiones que tanto habían reclamado los barones territoriales, aterrorizados como estaban ante la posibilidad de una huelga general en vísperas de las elecciones del 22 de mayo.

Así que Zapatero llegó a Zaragoza e intentó poner orden a todo eso sin que pareciese que les estaba echando una fuerte bronca, pero sin dejar pasar ni una. "En los próximos meses estaremos dedicados no a hablar de nosotros sino de las dificultades de los ciudadanos. No a hablar del PSOE sino a hablar del futuro de España", les dijo. "Es más importante España, el futuro de España, que el futuro del PSOE", concluyó Zapatero.

GENERAR EMPLEO Por si les cupiera alguna duda, les explicó que lo importante es aprobar las reformas que permitan salir de la crisis y generar empleo y alcanzar los pactos para lograrlo. Y no mirarse al ombligo. "Ese esfuerzo será bueno primero para España, pero también para nuestro proyecto político porque será reconocido por los ciudadanos", aseveró Zapatero.

De hecho, trató de centrar el balón para que los barones rematen a gol. En este sentido, les explicó la trascendencia del acuerdo económico y social --"el más importante desde los Pactos de la Moncloa"--, y también que "para ganar" las complicadas elecciones de mayo deben priorizar las medidas anticrisis, así como las políticas activas de empleo --transferidas a las autonomías--, la educación y la formación profesional.

Zapatero se presentó firme, convencido de que está haciendo lo que necesita España, y les dio munición a los suyos para que defiendan las reformas y el pacto social. "Son tiempos de dificultades, de asumir decisiones que no son fáciles, de reformas profundas", indicó. Explicó que su Gobierno hace las reformas ya que "son buenas para el futuro de España", porque pertenecer a la Unión Europea (UE) supone "derechos, pero también responsabilidades" y, más importante, porque lo que ahora parecen "dificultades y sacrificios" son en realidad, bajo su punto de vista, "medidas necesarias para recuperar la prosperidad colectiva", además de tener un carácter socialdemócrata.

VOLUNTAD REFORMADORA De este modo, Zapatero precisó que quienes sostienen que esa voluntad reformista "es de derechas" lo dicen porque "no saben lo que es la izquierda, la socialdemocracia", que, según señaló, consiste "en esa voluntad reformadora dirigida a lograr una mayor cohesión social, que la economía funcione y el país redistribuya la riqueza".

También hizo un elogio de la valentía de los sindicatos y empresarios que han alcanzado con el Gobierno "un acuerdo de confianza en el país". Insistió en que para las centrales el pacto no ha sido "fácil", por lo que pidió a los socialistas que se sientan "orgullosos" de unos agentes sociales que han estado "a la altura".

Aprovechó para pedir el apoyo a ese macroacuerdo, que se completará con las políticas industrial y energética, a todos los partidos, en especial a un PP que, en lugar de respaldar las medidas anticrisis, "jugó a que se cayera el Gobierno". "Ahora que saben que eso no es posible espero que se sumen, aunque no hayan tenido la valentía de decir qué reformas necesitaba España".

La defensa del Estado autonómico fue el otro gran tema del discurso del presidente. "Hay quien dice que las comunidades son muy caras --afirmó en referencia al PP-- pero lo que realmente es caro es el centralismo. Caro, ineficiente y despilfarrador". También dijo que, gracias a ese modelo, "no hay territorios donde se prestan servicios de segunda y todos van a conocer la alta velocidad". "Las autonomías se han convertido en un pilar del Estado social", añadió.

GRAN OVACION Zapatero fue muy ovacionado, pero no está del todo claro que su llamada al orden vaya a ser atendida y que sus compañeros dejen de elucubrar sobre la necesidad de que anuncie ya su decisión para el 2012. Muchos de ellos, según se ha podido ver en la convención, esperan que tire la toalla. Pero ante el enorme revuelo creado, el tema solo se aborda en pequeños círculos.

El sábado, por ejemplo, hubo una cena de todos los dirigentes y allí no se dijo nada sobre el asunto. "Tal y como están las cosas, ya no nos atrevemos ni a hablar entre nosotros", explicó uno de los participantes en el acto.

"NO TE FALTARA APOYO" Ante este clima el secretario de organización, Marcelino Iglesias, quiso recordar que Zapatero cuenta con el soporte del PSOE para las reformas y las elecciones del año que viene. "Respetaremos tus tiempos y tu decisión, no te faltará el apoyo rocoso de este partido", concluyó Iglesias.