Tiene asumido que esta batalla la debe ganar solo. El presidente del Gobierno español hizo un llamamiento casi desesperado a los simpatizantes socialistas para que se vuelquen el domingo en el referendo. La afirmación de Mariano Rajoy, la víspera en Bruselas, sobre que con un resultado negativo "no se acaba el mundo" ha convencido a José Luis Rodríguez Zapatero de que la ayuda del PP será bastante imperceptible en el recuento de papeletas. Por eso, ayer, advirtió a los suyos: "Cada voto decide, cada voto es útil y necesario. Que nadie piense que otros van a votar por nosotros". Y que tampoco crean que el resultado es irrelevante, dijo. Es tan trascendente como "el a la Constitución española de 1978".

SEGUNDA OPORTUNIDAD "¿A que no dio igual que saliera o no en 1978?", preguntó Zapatero a los 4.000 aragoneses reunidos en el auditorio de Zaragoza para ver a su líder y al canciller alemán, Gerhard Schröder, que minutos antes se había deshecho en elogios a su anfitrión. "Con la Constitución de 1978 hemos tenido los 30 años más prósperos de nuestra historia", aseveró el jefe del Ejecutivo, que consideró que "la cita del domingo es una segunda oportunidad para defender los mismos principios y valores" que triunfaron en la democracia.

Por la trascendencia del momento trató el presidente de atraer a los jóvenes. A ellos dedicó buena parte de su discurso, porque a ellos debe en buena parte haber ganado las elecciones generales. Para volver a movilizarles, Zapatero explicó que votar una Constitución es algo "que pasa una o, a lo sumo, dos veces en la vida". Consideró un privilegio para su generación poder participar en dos procesos constituyentes e invitó a los jóvenes crecidos en democracia a "no desaprovechar" la única oportunidad de su vida.

Zapatero reiteró ante el canciller alemán que el resultado del domingo "será vinculante" para el Gobierno. La afirmación le sirvió para destacar una vez más la trascendencia de la votación y, de paso, criticar sin citarlo al líder del PP, que la víspera había restado importancia al hecho de que España no ratifique el Tratado. El jefe del Ejecutivo planteó el horizonte de quedarse fuera y recordó que, en "otras grandes citas", los que ahora denostan la convocatoria del referendo "utilizaban los mismos argumentos" y condujeron a los españoles a "llegar siempre tarde".

"Ni estuvimos en la cita con el inicio de Europa, ni estuvimos en la cita con la democracia, nos quedamos en una dictadura durante demasiados años", rememoró el presidente, que llamó a la ciudadanía a comprender que, "por una vez, está bien ser los primeros".

TAREA COMPARTIDA Respecto a las razones que le llevaron a convocar el referendo, rememoró la firma del Tratado en Roma el 29 de octubre, para asegurar que entonces comprendió que esta "tarea histórica no puede hacerla un hombre solo, es tarea de muchos hombres".

Como viene haciendo a lo largo de toda la campaña, Zapatero desgranó las ventajas que ha traído a España pertenecer a la UE y los beneficios que aporta tener una "Europa más fuerte", que es lo que persigue la Constitución, explicó. La UE, dijo, ha hecho que España progrese más, que consolide su democracia, que crezca económicamente y que "tenga más fuerza para luchar contra el terrorismo". A la consecución de la paz dijo Zapatero que dedica todos sus esfuerzos, porque es "el afán más noble de cualquier ideología". "La paz lo puede todo, cambia a los pueblos, garantiza las esperanzas. Sin paz no hay esperanza", completó.

TRES RAZONES A FAVOR El canciller alemán dedicó los 15 minutos de su intervención, que precedió a la de Zapatero, a explicar las tres razones que, a su juicio, hacen necesaria una Constitución europea. Schröder colocó, en primer lugar, "garantizar que los países europeos jamás volverán a vivir la guerra y la miseria". La garantía de los derechos sociales que consagra el Tratado fue la segunda de sus "razones para el ". Y lograr que Europa "alce su voz para lograr la solución pacífica de los conflictos", la tercera.

Luego se detuvo a destacar la figura de Zapatero. Al presidente español le atribuyó el protagonismo del desbloqueo de las negociaciones para la aprobación del Tratado. "Esta Constitución no sería concebible sin el papel de José Luis", afirmó.

Ayudado por la traducción simultánea, Schröder logró incluso colocar una broma, que fue aplaudida por los más de 3.000 asistentes que abarrotaban el auditorio. "José Luis me ha prohibido hablar de detalles financieros", bromeó el canciller, que acababa de recordar que "se espera mucho de España en este referendo, pero España recibe mucho de Europa". La aportación de fondos europeos a España en los últimos 18 años sirvió de argumento a Zapatero para pedir a los españoles que "vayan el domingo a agradecer en las urnas la ayuda europea".