Lejos de cualquier asomo de rectificación, José Luis Rodríguez Zapatero defendió ayer los ejes centrales de su política exterior ante el nuevo embajador de EEUU en España, Eduardo Aguirre, en un encuentro en la Moncloa, del cual, de manera inusual, no se dejó tomar fotografías.

Zapatero resaltó su apuesta por el papel central de la ONU en la solución de conflictos, y justificó su política con Venezuela y Cuba argumentando que el diálogo es más efectivo que el enfrentamiento. A la pregunta de si el embajador había compartido las consideraciones de su anfitrión, fuentes de la Moncloa se remitieron a declaraciones previas de Aguirre, en las que había expresado que España y EEUU comparten los objetivos en Venezuela y Cuba, si bien difieren en los medios. Zapatero y Aguirre identificaron cuatro ámbitos en los que avanzar: la lucha contra el terrorismo y contra el narcotráfico, y las relaciones económicas y comerciales.

Por otra parte, Zapatero dio ayer un margen de confianza al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, en su esfuerzo por convencer de las bondades de la ley de pacificación impulsada por su Gobierno y aprobada por el Congreso en junio. Pero eludió apoyar de modo expreso la iniciativa.