Si el alumbramiento de los presupuestos generales del Estado del 2010 es tan complicado como lo que le ha costado al Gobierno poner la primera piedra de esas cuentas, a José Luis Rodríguez Zapatero se le pueden atragantar los próximos meses. El PSOE consiguió ayer en el Congreso elevar el techo de gasto hasta los 182.439 millones, con los que se elaborarán las cuentas del Estado. Pero en un nuevo capítulo de la inestabilidad parlamentaria que sufren los socialistas, solo CC naria y UPN apoyaron la iniciativa del Ejecutivo. PP, PNV, ERC y UPD la rechazaron, mientras que CiU, IU-ICV, BNG y Nafarroa Bai se abstuvieron.

Además, con toda probabilidad, el Congreso tendrá que volver a votar el techo de gasto cuando el Senado vete la medida, ya que el PSOE no tiene apoyos suficientes en una Cámara alta, donde el PP es mayoritario. Es el mismo camino que siguieron los últimos dos presupuestos.

Aunque al final se aprobaron, los objetivos de estabilidad presupuestaria para el trienio 2010-2012 que expuso el Gobierno recibieron críticas de todos los grupos. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, señaló que el elevado déficit de las cuentas públicas se justifica en las políticas para afrontar la crisis y en las partidas para garantizar la protección social.

El portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, acusó a Salgado de llevar "a la mayor ruina a la Hacienda española en poco más de tres meses en el cargo", y de estrenar su puesto en el ministerio subiendo impuestos y estudiando cuáles van a ser los próximos en elevarse.

Los partidos catalanes hurgaron también en la gestión del Gobierno.