El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha explicado que el Ejecutivo continuó los contactos con la banda terrorista ETA después del atentado de la T-4 de Barajas por el "deseo de instancias internacionales" que esperaban que "pudiera verse la luz al final del túnel". En una larga entrevista concedida al diario 'El Mundo' y recogida por Efe, Zapatero ha insistido en que decidió emprender el diálogo con la banda terrorista porque creía que existía "un terreno para poder llegar al final dialogado de la violencia", aunque ha señalado que era consciente del "riesgo político que asumía".

El jefe del Ejecutivo reprocha al líder del PP, Mariano Rajoy, la falta del apoyo de su partido en la lucha antiterrorista. "Tengo la convicción absoluta, al cien por cien, de que Rajoy no ha querido apoyarme", sentenció. En alusión al proceso seguido con ETA tras el atentado de la T-4, en el que murieron dos personas, Zapatero ha subrayado que los contactos continuaron debido al "deseo de instancias internacionales" que "tenían toda la buena voluntad de que pudiera verse la luz al final del túnel, de que aquello no fuera el fin".

Sin embargo, ha reconocido que los contactos continuaron "con una situación ya muy deteriorada" en la que "había ya muy pocas posibilidades". "Mi principio ético era el de agotar hasta el último suspiro para evitar que hubiera más víctimas", declaró Zapatero, quien añadió que ésa "es la parte más difícil de ser presidente de una democracia con un grupo terrorista enfrente".

Sobre el contenido de las conversaciones con ETA, Zapatero ha asegurado que el Gobierno "mantuvo siempre unos principios clarísimos de que las reglas eran la democracia y la Constitución". Preguntado sobre por qué "permitió" que en las reuniones con ETA se hablara sobre el futuro de Navarra o sobre la autodeterminación, el presidente del Gobierno ha señalado que "ETA puede hablar de lo que quiera", pero ha matizado que no se cedió nada en política.

"Yo busqué la paz con ETA pero a la vez preparaba la confrontación", apostilló. En la entrevista, de la que hoy se publica una primera entrega de seis páginas y que refleja ocho horas de "debate", Zapatero se ha referido a la Iglesia católica, a la que ha recordado que "quien hace las leyes es la mayoría democrática de la sociedad civil".

También fue preguntado por asuntos como el concepto de Nación, el derecho a la lengua, el Estatuto catalán, el incumplimiento de la Ley de banderas o la sentencia el 11-M. Zapatero confesó, asimismo, que está bautizado, es miope, no se siente odiado por la ciudadanía, que es muy feliz con sus hijas, a las que nunca ha dado "un cachete", y con su mujer, Sonsoles, a la que considera "la mujer más atractiva e interesante".