El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, superó ayer con éxito su comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo con un discurso de ferviente europeísmo, aunque desde las filas conservadoras se cuestionó la capacidad de liderazgo de España para dirigir la salida europea de la crisis económica debido a su elevado nivel de paro. No obstante, los diputados españoles del PP expresaron, "por solidaridad nacional", un apoyo moderado a la gestión europea del Gobierno.

Zapatero abogó por "más Europa" como la única receta viable para asegurar un crecimiento económico sostenido, la creación de empleo y la defensa de los intereses europeos en un mundo globalizado. "Si no lo hacemos, seremos espectadores, no protagonistas" y Europa quedará arrinconada ante EEUU y China.

Durante este semestre en que España preside la UE, Zapatero se comprometió a impulsar una estrategia cara al 2020 que asegure a los Veintisiete más empleo, inversión, investigación, crecimiento, bienestar y cohesión social. España, explicó, promoverá como uno de los motores de esa estrategia un plan europeo para desarrollar un automóvil eléctrico, para que dé un impulso tanto a la industria como a la investigación y la lucha contra el cambio climático.

Otro de los ejes, añadió, será desarrollar el mercado común energético europeo, con la construcción de interconexiones de gas y electricidad entre los países, y reducir la dependencia energética de la UE, que devora 67.000 millones de euros anuales, el equivalente a toda la investigación pública europea. Los otros dos motores, precisó, serán el desarrollo del mercado digital y de las universidades europeas.

La Estrategia 2020, precisó Zapatero, debe tener objetivos vinculantes y la Comisión Europea, la capacidad para sancionar y presionar a los países para hacer cumplir esos objetivos, para evitar que se repita el fracaso de la estrategia decenal de modernización económica pactada en el 2000. "Lo que hemos hecho unidos da buen resultado, como el euro", recordó. "El futuro de la UE y la prosperidad no se pueden lograr sin mantener los derechos de los trabajadores", indicó Zapatero, tras proponer un "gran pacto social europeo" que afiance la Estrategia 2020.

LOS PEROS El Grupo Popular Europeo puso en duda la capacidad de España de liderar un plan de salida de la crisis debido a su elevado nivel de paro y de déficit público, mientras que los conservadores euroescépticos rechazaron su pretensión de introducir objetivos vinculantes y controles. La izquierda unitaria se quejó de que Zapatero mantuviera la misma política económica complaciente con el sector financiero que había conducido a la crisis y los verdes lamentaron la insuficiente ambición medioambiental de los planes.

Por otra parte, el Parlamento Europeo rechazó la posibilidad de utilizar las lenguas cooficiales en el hemiciclo con el argumento de que la institución solo utiliza las lenguas oficiales. Casi a la misma hora, el PSOE cerró el debate en el Congreso con el mismo argumento. "No consideramos conveniente que se hable más que en la lengua común a todas las comunidades, que es el castellano", declaró el portavoz José Antonio Alonso.