El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha tachado de "inaceptable" que el PP haya lanzado "intimidaciones muy serias" al juez Baltasar Garzón en vez de colaborar con la justicia, y ha instado a este partido a reflexionar internamente, porque tiene "un problema de fondo muy grave".

Entrevistado en la cadena SER, Zapatero ha considerado que la actitud del PP ante la investigación de Garzón supone "una pérdida de referencia", y ha considerado que ese partido está manteniendo "un enfoque radicalmente equivocado" al llevar a cabo una "defensa general" del caso, cuando quienes deberían defenderse son las personas individuales.

En su opinión, la investigación de Garzón, unida al "deleznable espionaje" político entre militantes del partido, demuestra que el PP debe arreglar sus problemas, ya que quien tiene "varias crisis internas" no puede dedicarse a los ciudadanos ni aportar soluciones.

Defender a los imputados

Zapatero, que ha recordado que hace unos años Garzón era elogiado por los mismos dirigentes del PP que ahora le atacan, ha criticado con especial contundencia que se haya utilizado la sede del Parlamento para "intimidar" al magistrado y anunciar una querella, algo "inaceptable democráticamente". Sin embargo, se ha mostrado convencido de que no solo el Gobierno, sino todas las instituciones democráticas, van a respaldar la independencia de los jueces en la investigación y en la persecución de los delitos.

Para el presidente del Gobierno, resulta llamativo que el PP denuncie que existe una "causa general" contra el partido, cuando en realidad es el partido el que ha asumido una "defensa general" con la querella y "atacando al juez, a los fiscales y a la policía" desde la dirección. Lo razonable sería, ha reiterado, que se defendieran los imputados y que el PP y su líder, Mariano Rajoy, colaboraran con la justicia y esperaran al desarrollo del proceso para fijar una posición.

Disgusto profundo

Tras señalar que está "tomando nota" de todo lo que está diciendo Rajoy, ha recordado que serán las urnas las que reflejen la opinión de los ciudadanos y ha confiado en que el domingo haya una amplia participación en los comicios autonómicos vascos y gallegos.

A su juicio, los casos de corrupción política producen "un disgusto profundo", pero al tiempo ratifican la confianza ciudadana en el Estado de derecho y en la acción de la justicia. Por ello, el que Rajoy traslade la idea de que puede haber fiscales, jueces y policías cuya acción no responda al cumplimiento estricto de la ley demuestra su "poco aprecio" por el Estado de Derecho, que asegura que todo el que pueda ser imputado o acusado tiene todas las garantías de la defensa.

Zapatero también se ha referido a la dimisión de Mariano Fernández Bermejo, pero no ha querido prejuzgar el efecto que puede tener esa dimisión en las próximas elecciones. El PSOE y el Gobierno, ha asegurado, no hacen las cosas "por comparación, sino por coherencia".