Las exageraciones sobre el potencial armamentístico de Irak, con las que Estados Unidos y sus socios justificaron la guerra, centraron ayer la agria reapertura del Congreso en este nuevo curso político. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, tachó de "antidemocrático" a José María Aznar por negarse a aceptar un "debate en condiciones" sobre la mentiras de la guerra. El presidente, a su vez, calificó a Zapatero de "irresponsable".

En la sesión de control al Gobierno, el líder socialista remarcó que tanto el presidente de Estados Unidos, George Bush, como el primer ministro británico, Tony Blair, han rendido cuentas ante sus respectivos poderes legislativos sobre la manipulación de los informes acerca de las supuestas armas de destrucción masiva del régimen de Sadam Husein y de sus presuntos vínculos de Irak con el terrorismo islámico. Y lo han hecho, según Zapatero, "porque son gobernantes con espíritu democrático", por lo que permiten "que se investigue y se aclare la verdad".

"JUSTIFICAR LA MENTIRA"

Zapatero denunció que Aznar, mientras "sus amigos de las Azores" dan la cara, se niega a celebrar un debate monográfico en el Congreso, y lo achacó a que "no puede justificar las mentiras" con las que él y sus aliados estadounidense y británico justificaron la guerra contra Irak.

Tras reprocharle que ayer dedicara al Congreso sólo "un segundo por cada millón de euros que gasta España en esta aventura y por cada diez soldados que ha enviado al polvorín" iraquí, el dirigente socialista exigió a Aznar que "no sume a la vergüenza de una guerra ilegal y al empleo de la mentira, la vergüenza de un comportamiento antidemocrático". Ese debate parlamentario debería servir, concluyó Zapatero, para recomponer el consenso en política exterior y "extirpar la mentira de la vida pública".

Le respondió el presidente que ni él ni su Gobierno se basaron jamás en los dosieres manipulados de "ningún servicio secreto español ni extranjero" para apoyar la intervención militar, sino exclusivamente en los informes de los expertos de desarme de las Naciones Unidas.

Tras presumir de su "transparencia" ante el Congreso, Aznar lanzó graves reproches a Zapatero. Atribuyó al líder del PSOE la "frustración" de no haber logrado importar a España crisis políticas como las desatadas en Estados Unidos y el Reino Unido a cuenta de las mentiras previas a la guerra; denunció que "nunca ha habido una actuación tan irresponsable" por parte de un jefe de la oposición; y le recriminó que "añada a la mentira la vergüenza de decir que si tuviera la oportunidad, las tropas españolas desplegadas en Irak volverían a casa".

"PATRIOTISMO" DE LAS VICTIMAS

Después de que Aznar elogiara el "patriotismo" de la familia del capitán Manuel Martín-Oar, fallecido en agosto en un atentado en Bagdad, Zapatero le reprochó que no citara a los allegados de los periodistas José Couso y Julio Anguita Parrado, víctimas de la guerra.

Por otra parte, los soldados españoles destinados en Irak no lucirán la cruz del apóstol Santiago. Defensa ha rectificado su plan inicial, de modo que el emblema histórico del Ejército y símbolo de la lucha contra la dominación árabe no figurará en el uniforme.