La convicción de José Luis Rodríguez Zapatero es que esta legislatura que acaba de comenzar no puede ser, ni por asomo, similar a la anterior. Las prioridades son otras y el principal objetivo es lograr grandes acuerdos con el PP. El presidente del Gobierno consideró ayer que uno de los mensajes del electorado en las pasadas elecciones, a pesar de haber otorgado su confianza al PSOE, fue la petición de tejer amplios consensos, lejos de la crispación de la anterior legislatura.

Zapatero, en el programa de TVE 59 segundos, anunció que se entrevistará con el presidente del PP, Mariano Rajoy, antes del verano para explorar el camino de los acuerdos. El primero, y el más importante para el Gobierno, se debe centrar en la Administración de Justicia. El Ejecutivo espera que, antes de la reunión con Rajoy, los trabajos previos entre el portavoz del grupo parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, con la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, hayan dado ya frutos.

"LIBERTAD Y AUTONOMIA" Zapatero no desdeña otras fuerzas políticas, pero entiende que el Gobierno no puede dejar a un lado al principal partido de la oposición en cuestiones en las que el PP es imprescindible. El presidente del Gobierno aseguró que "no es difícil hablar con Rajoy", pese a estar enfrascado en la batalla interna de su partido, cara al congreso que celebrará el PP en el mes de junio. En esa cuestión el presidente sí lanzó un claro mensaje a Rajoy, al defender que los líderes políticos deben tener "libertad y autonomía" para defender sus proyectos.

Junto a las soluciones perentorias para el ámbito judicial, que el Gobierno entiende que no se pueden demorar por más tiempo, Zapatero incluyó el pacto antiterrorista. Ante la posibilidad de que en ese gran acuerdo participe el PP, pero también el PNV y el resto de partidos, el jefe del Ejecutivo se refirió a un "acuerdo razonable" entre todos, pero dejó claro que primero debe cristalizar el pacto con el PP.

TERRENO DE SOLBES En ningún momento se refirió Zapatero a la cuestión que le puede complicar más la vida: el nuevo modelo de financiación autonó- mica. Ese terreno lo deja en manos del vicepresidente económico, Pedro Solbes, quien ya ha advertido de que el esfuerzo financiero del Estado será "necesariamente muy limitado". Las diferencias entre las peticiones de las comunidades preocupan al Gobierno, que es consciente de que debe cumplir "ciertos compromisos", en palabras de Solbes, con el Estatuto catalán.

Zapatero sí se explayó ampliamente sobre la actual situación económica. Insistió en que el superávit del Estado permitirá hacer frente a la "desaceleración económica" y destacó que España, a pesar de las modificaciones en las previsiones de crecimiento, seguirá por encima de su entorno europeo.

El jefe del Ejecutivo quiso ser optimista, con el objeto de ofrecer confianza, algo básico para los mercados, y consideró que la alta inflación "va a comenzar a bajar ya". La idea del Gobierno es que la inflación se podría contener en toda la UE a finales de año. Pero no escondió tampoco que España puede llegar en pocos meses a tasas del 10% de paro, aunque sean "las más bajas de la etapa democrática".