Sonsoles no quiere ser ni Botella ni Romero. Sólo preservar su personalidad. Hoy no acompañará a su marido, el presidente del Gobierno, en su primer viaje oficial al extranjero, a Marruecos, como es costumbre. El régimen alahuí no suele contar con las esposas de los presidentes que visitan el país. Así ocurrió en los primeros viajes de José María Aznar y de Felipe González, a los que tampoco les acompañaron sus mujeres.

En contadas ocasiones

Pero esta primera ausencia servirá a Sonsoles para marcar la pauta de su comportamiento como esposa del presidente. Zapatero viajará de Rodríguez . Según fuentes próximas a la segunda dama --la primera es la Reina--, Sonsoles se quedará en casa con sus hijas cuando su marido ejerza de presidente por el mundo. Sólo si el protocolo del país de destino se decanta por recibir a la pareja o la costumbre en España así lo dicta, irán juntos.

Sonsoles pretende mantener su trabajo remunerado fuera de casa. Es soprano en diferentes coros de Madrid, en los que hace sustituciones. Tal como ocurrió con Carmen Romero, que mantuvo su puesto de profesora de instituto en los primeros años de Gobierno de González, tener un trabajo le restará el tiempo libre del que disfrutó Botella para poder acompañar a su marido, Jose María Aznar "siempre que pasara más de dos noches fuera de casa", como explicaba ella misma.

Una opción de vida

"Sonsoles Espinosa sólo acompañará al presidente a los actos en los que su presencia sea estrictamente necesaria", apuntan fuentes del entorno del jefe del Ejecutivo. La afirmación no rige sólo para los viajes al extranjero. Es una opción vital. Quiere mantenerse en un plano discreto. Ya lo hacía cuando era sólo la mujer del líder del PSOE. Ni siquiera los asesores electorales de Zapatero, que aconsejaban vender en campaña la imagen de la pareja, lograron que Sonsoles accediera a asistir a más de media docena de mítines de su marido.

La nueva presidenta --término con el que los empleados de la Moncloa designaban a Ana Botella y que Sonsoles se afana por desterrar-- sólo ejercerá de señora de en actos institucionales que exijan su presencia, como la inminente boda del Príncipe con Letizia. Es previsible que acuda a Estados Unidos, un destino para el que aún no hay fecha en la agenda exterior de Zapatero, pero al que también viajaron Romero y Botella.

La mujer de Zapatero, como sus antecesoras, tendrá secretaria y asesora personal, y un despacho situado dos plantas más arriba que el que tendrá su marido. El trabajo de sus dos asistentes consistirá más en declinar las futuras invitaciones que en aceptarlas.