Tiene una biografía demasiado exótica para ser fruto de una imaginación desbordada tras haber visto insistentemente Casablanca. Aline Griffith (Pearl River, EEUU, 1923) ha publicado hace poco La trama marroquí , una nueva novela inspirada en sus años de espía. Pero la condesa viuda de Romanones celebra algo más que un lanzamiento editorial: su vida llegará al cine de la mano de la Universal, que ha comprado los derechos de sus cinco libros para hacer de ella "la nueva Indiana Jones".

La autora de Un asesino con clase replica al teléfono con una carcajada cuando se le recuerda que muchos de los que la conocieron en los años en los que ella asegura haber trabajado para la CIA cuestionan su condición de espía. "Es la señal de que hice bien mi trabajo", asegura. Romanones está, a sus 82 años, ilusionada como una niña al pensar que "una actriz joven con mucho talento" la interpretará en el cine.

Aline llegó a España "jovencísima" (en 1943) para informar sobre la España de Franco. "Yo tenía 20 años y venía convencida de que los españoles eran mis enemigos porque colaboraban con Hitler, pero me enamoré de este país. Todo el mundo estaba eufórico porque había acabado la guerra", evoca. De esta manera, los españoles no sólo dejaron de ser sus enemigos, sino que empezó a frecuentar a la familia del dictador.

LA TENISTA EN LA BOLERA Karolina Kurkova sirvió ayer de señuelo para la partida de bolos que organizan los Knicks de Nueva York a beneficio de programas escolares en Manhattan.

VACACIONES REALES Federico de Dinamarca, heredero al trono de su país, y su esposa, Mary Donaldson, acabaron ayer en Tasmania, lugar donde nació la princesa, el tour oficial que les ha llevado por Australia. Ahora la pareja tiene una semana por delante para dar vacaciones al cronómetro y disfrutar de los familiares.