Memoria y esperanza, este fue el sentido que el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, quiso dar ayer a la celebración en la Asamblea del Día Internacional contra la Violencia de Género, en un acto en el que, tras aludir a la cifra de denuncias por maltrato en lo que va de mes en Extremadura, 1.008, llamó a proteger a quienes deciden dar este paso "porque las mujeres que denuncian sitúan sobre su cuerpo una diana".

Escolares de dos institutos extremeños, en representación de todos los jóvenes de la región, acudieron para simbolizar que el problema es de todos, y que este colectivo es especialmente importante en la prevención desde la educación.

En el acto también estuvo presente la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEx), Josefa Caraballo, que destacó que la región está preparada para la implantación de una ley integral contra el maltrato. Por su parte, la secretaria primera del Parlamento regional, Ascensión Murillo, incidió en la capacidad de la mujer para implicar a la sociedad en el problema, y apuntó al respaldo normativo como "la gran esperanza para cambiar la mentalidad machista".

Esta misma concienciación es la que buscará hoy la Asociación de Mujeres Progresistas de Badajoz, con una marcha silenciosa. En ella sólo se alzará la voz para leer el manifiesto final, que en esta ocasión tendrá un significado especial. En vez de una declaración de principios, el texto será el relato Mírala , de Bienvenida Vidales, que refleja la agresión desde el punto de vista del maltratador.