1.080 niños en situación de riesgo de exclusión social, de edades comprendidas entre los 5 y 12 años, se beneficiarán del programa Espacios Educativos Saludables, 2016, que supone la apertura de los comedores escolares en verano y la realización de actividades de ocio y tiempo libre.

El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles; la directora general de Política Social, Infancia y Familia, Carmen Núñez; y el presidente regional de Cruz Roja, Jesús Pablo Tiburcio, han informado hoy de este programa, que se desarrollará en 34 municipios de la región (dos más que en 2015) del 27 de junio al 2 de septiembre.

Esta actividad generará 122 contrataciones de monitores de ocio y tiempo libre, así como de 10 terapeutas ocupacionales, como novedad este año, para aquellos Espacios Educativos Saludables en los que participen menores con discapacidad o necesidades educativas especiales.

El programa será desarrollado por Cruz Roja, que ha sacado una oferta de empleo para contratar a los monitores y terapeutas ocupacionales y que ha recibido para ponerlo en marcha una subvención de la Junta de Extremadura de 989.323,02 euros.

El consejero ha explicado que la comunidad autónoma tiene concedido para 2016 una partida del Gobierno central de 2,1 millones de euros del Proyecto Social de Apoyo a la Infancia y la Familia, pero hasta el momento esta partida no ha sido aún aprobada en Consejo de Ministros y por lo tanto no ha sido transferida.

Por ello, de momento el programa Espacios Educativos Saludables se desarrollará con fondos exclusivos de la comunidad autónoma, según José María Vergeles.

En la actividad participarán también unos 250 voluntarios de Cruz Roja, que apoyarán a los monitores contratados y que desarrollan durante todo el año actividades de apoyo con menores en riesgo de exclusión social, ha explicado Jesús Pablo Tiburcio.

El programa atenderá las necesidades de alimentación de los menores en periodo estival, permitirá la conciliación de la vida familiar y proporcionará una alternativa de ocio a los menores mediante distintas actividades lúdicas y educativas.

La Consejería de Sanidad y Política Sociales defiende que todas estas actividades se desarrollen fuera de los centros escolares, para que los menores no sean estigmatizados y las vivan como propias del verano y al margen de la actividad lectiva.

Por ello, la mayor parte se desarrollarán en espacios cedidos por los ayuntamientos, como casas de la cultura o piscinas municipales y sólo en casos puntuales, donde los consistorios no han facilitado instalaciones, como Badajoz, tendrán lugar en los colegios.

Se constituirá un Espacio Educativo Saludable por cada 20 niños y si fuera necesario, la Consejería habilitará más unidades de las inicialmente previstas en función de la solicitud formulada por cada ayuntamiento de acuerdo con los menores en riesgo de exclusión social identificados por los Servicios Sociales de Base.

En el programa participan también otras entidades, además de los ayuntamientos, como los bomberos y algunas empresas extremeñas, y las actividades de ocio y tiempo libre, entre las que se incluyen programas de hábitos saludables y de prevención de las drogodependencias, están abiertas asimismo a otros menores del pueblo.

Badajoz es la ciudad que más plazas oferta para este programa, 120; seguida de Mérida, con 70; Plasencia y Don Benito, con 60; y Cáceres, Almendralejo, y Villafranca de los Barros, con 50.

El resto de los municipios en los que se desarrollará serán Alburquerque, Azuaga, Cabeza del Buey, Calamonte, Castuera, Fregenal de la Sierra, Fuente de Cantos, Fuente del Maestre, Guareña, Jerez de los Caballeros, Llerena, Montijo, Oliva de la Frontera, Olivenza, Los Santos de Maimona, Talavera la Real, Villanueva de la Serena y Zafra.

Asimismo, en la provincia de Cáceres, tendrá lugar en Coria, Jaraíz de la Vera, Miajadas, Montehermoso, Moraleja, Navalmoral de la Mata, Talayuela, Trujillo y Valencia de Alcántara.

El consejero ha recordado que Extremadura es la sexta comunidad autónoma con mayor tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social, un 35 por ciento; un porcentaje que se eleva al 45 por ciento en el caso de los menores de 0 a 17 años y que hace que la región ascienda dos puestos hasta situarse en la cuarta con una tasa más alta en lo referido a este colectivo de edad, lo que justifica la puesta en marcha de este tipo de programas.