Los extremeños llenaron menos la cesta de la compra el año pasado, aunque les salió más cara. Cada persona compró 566 kilos de alimentos y gastó 1.232 euros, lo que supone un repunte de 120 euros respecto a lo que destinaron en el 2018 a la adquisición de 577 kilos de alimentos, 11 más por persona.

El incremento de los precios en algunos productos básicos y la predisposición a gastar más dinero en la alimentación son las principales causas que señala el informe anual de consumo alimentario que elabora el Ministerio de Agricultura y que analiza la evolución y las tendencias del consumo. El análisis incluye datos al cierre de 2019 por lo que no se incluye el impacto que el confinamiento ha tenido en la cesta de la compra.

La leche, la fruta y las hortalizas fueron los reyes de la despensa en la región, mientras el consumo de pescado cayó un año más y creció el de carne fresca, así como el de embutidos, una parcela en la que la región está a la cabeza año tras año. En todo caso, la cesta de la compra de los extremeños no es la que más se llena y tampoco la más cara; de hecho el gasto por persona se situó 274 euros por debajo de la media nacional (1.506 euros) y en torno a 500 euros por debajo de las regiones en la que más caro resulta llenar la despensa: Cataluña (1.752), País Vasco (1.726) o Islas Baleares (1.706). En cuanto al consumo, la región está también a la cola, a 50 kilos de la media (621 kilos) y más de casi 200 kilos por debajo de las región con mayor consumo, Baleares (751).

A tenor de lo que dice este informe, la cesta básica de los extremeños tiene leche semidesnatada, tomates, naranjas, embutidos, algo de carne y muy poco pescado,

¿Qué productos llenan la despensa? Siguen predominando básicos como la leche y las frutas, aunque en ambos casos el consumo cayó ligeramente durante el último año(-1,5%). Aun así, los extremeños ingirieron 76,46 litros de leche por persona en ese periodo, lo que suponen siete litros más que la media (69) y convierten a la región en una de las que tiene un consumo más elevado junto a Castilla y León, Galicia y el Principado de Asturias. En cuanto al tipo de leche, aunque se consume más la semidesnatada (38,57 litros), los extremeños son los que más leche entera consumen. A estas cifras hay que añadir además un consumo importante de los derivados lácteos (34,4 kilos) y del queso: más de 7 kilos al año por persona.

MENOS FRUTA / En cuanto a la fruta, los 83,6 kilos que cada extremeño ingirió de media el año pasado lo convierten en el grupo de alimentos con mayor consumo y con un consumo más estable puesto que apenas varía respecto al año anterior. Los datos evidencian en todo caso la ingesta se queda por debajo de la media, con 7,3 kilos de diferencia, aunque los expertos atribuyen esa distancia, al menos en parte, al peso que la actividad hortofrutícola tiene en la región y al hecho de que en muchos casos se recurra al autoconsumo, con lo que no aparece reflejado en este informe. Ocurre lo mismo, por ejemplo, en el caso del aceite. Extremadura se sitúa tradicionalmente a la cola en consumo de aceite de oliva y este último año a estudio no es una excepción: en la región se consumieron 8,7 litros por persona, lo que la sitúa como una de las regiones con un consumo más bajo a pesar de que se registra un fuerte incremento en la región respecto al año anterior (más del 8%), que no evita que Extremadura sea la comunidad que aparece en el estudio con un consumo más bajo per capita que se sitúa un 24% por debajo de la media nacional. Extremadura es una región productora de aceite y en muchas zonas rurales es fácil que impere el consumo de explotaciones familiares.

MÁS HORTALIZAS / Al consumo de frutas hay que añadir el de hortalizas, que ha experimentado un fuerte incremento que cambia la tendencia en la región de uno de los consumos más moderados, por debajo de la media del año pasado, a uno de los que despuntan.

Cada extremeño ingirió el año pasado 60,1 kilos de hortalizas, lo que rebasa en 4 kilos la media. Destaca el consumo de tomate, que ya estaba entre los más elevados el año anterior (14,3 kilos) y que crece aún más ahora hasta situarse a la cabeza con 17 kilos por persona y año.

Lo que no varía en exceso es el consumo de carne, que sigue estando en el caso de la región entre los más bajos del país a pesar de que crece un 4,2% respecto al año anterior y se sitúa en 39,7 kilos por persona.

Lo cierto es que a pesar de eso, Extremadura continúa estando 4,5 kilos por debajo de la media y el estudio lo atribuye en gran medida al hecho de que cada vez se tiende más al plato único. Es una tendencia que se viene incrementando en los últimos años y que está en buena parte relacionada con la proliferación de los hogares en los que viven personas solas: no se cocina igual para una familia que para una sola persona y eso afecta al final en el tipo de alimentos que se eligen a la hora de planificar la compra y repercute especialmente en las proteínas. Lo más negativo, en todo caso, es que Extremadura sigue estando a la cabeza en cuanto al consumo de carnes procesadas (jamón, chorizo, salchichas, fiambre…) con más de 11,5 kilos por persona en el último año. En cuanto al pescado, hay pocos cambios y eso supone que Extremadura sigue estando a la cola en el consumo (tanto fresco como congelado) un producto que se considera esencial por sus propiedades nutricionales. Con 19, 04 kilos por persona y año, la región tiene el segundo consumo más bajo de todo el país solo por detrás de Canarias (15,7 kilos) y se sitúa lejos de los 22,7 kilos de media y aún más lejos de las comunidades que tienen una mayor ingesta: Galicia (28,6) y Castilla y León (27,6).

En el caso del consumo de pescado fresco, la región también está en el vagón de cola con poco más de 7 kilos por persona, casi la mitad de lo que comieron en Castilla y León: 13,6 kilos por persona. En cuanto a las conservas de pescado, aunque el consumo es mucho menor, Extremadura, con 4,53 kilos, si está en ese apartado por encima de la media (4,41). El precio es uno de los factores que el informe sitúa como determinantes.