El año pasado la Seguridad Social contabilizó una media diaria de 17 nuevas pensiones de jubilación en Extremadura. Cada una de estas más de seis mil nóminas ascendió en promedio a 1.178 euros, 215 por encima de lo que percibían los jubilados que ya estaban dentro del sistema. El ejercicio se cerró con unas cifras bastante más altas: 1.274 euros para el conjunto de las nuevas pensiones contributivas de jubilación registradas en diciembre y 1.378 euros para las que procedían del Régimen General de la Seguridad Social.

En los últimos años las primeras prestaciones de los extremeños que han ido dando por finalizada su vida laboral se han revalorizado con considerable fuerza, casi un 28% en una década, una tendencia que también se ha seguido en el conjunto del país, si bien con algo menos de vigor (+20%).

Inmaculada Domínguez Fabián, profesora del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la UEx y directora del grupo de investigación Pensiones y Protección Social, precisa que, en el caso extremeño, este progresivo aumento se justifica en buena medida en que están comenzando a llegar a la edad de retiro los empleados de la Administración autonómica que accedieron a la función pública cuando la Junta se puso en marcha en la década de los ochenta. Trabajadores «con unas rentas medias-altas» que se jubilan «con unas cotizaciones más elevadas en tiempo y en cuantía» que los que lo habían venido haciendo con anterioridad, los dos factores claves para calcular la primera pensión.

Por contra, esgrime, quienes salen del sistema por fallecimiento a menudo estaban cobrando prestaciones mínimas o cantidades muy cercanas a esta, al proceder del régimen agrario o haber tenido carreras de cotización menos estables. De media, las bajas anotadas en el 2020 ascendían a 871 euros, alrededor de 300 euros menos.

La evolución en el importe de las pensiones entrantes contrasta con la que han seguido las condiciones de buena parte de quienes van accediendo al mercado laboral, con empleos frecuentemente precarios y sueldos bajos. Por tanto, también con un menor nivel de contribución al sistema que mantiene el pago de las pensiones.

La última encuesta de estructura salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) es la del 2018, pero sus resultados sirven para ilustrar el proceso de convergencia que se está produciendo entre las prestaciones de jubilación y los sueldos. Entre otras cuestiones, porque es poco probable que las circunstancias hayan mejorado mucho desde entonces, en especial tras el impacto de la covid-19. Conforme a esta encuesta, el salario bruto medio anual en Extremadura se sitúa en 19.947,8 euros y la mediana (el valor que divide la muestra en dos mitades iguales, por arriba y por debajo de él) en 17.259,7 euros. Los 19.293,8 euros al año (con catorce pagas) que suponen las nuevas pensiones de jubilación del régimen general superan ya claramente este segundo valor y se encuentran muy cerca del primero de ellos. Incluso si se incluyen a los trabajadores autónomos --con un valor medio muy inferior en las altas, 786,2 euros en diciembre pasado--, el importe medio anual de las prestaciones que ingresan al sistema continúa, con 17.848,7 euros, manteniéndose por encima de la mediana de las retribuciones salariales. Según los datos del INE para ese año, las de un 25% de los extremeños ni siquiera llegaron a 12.050 euros anuales.

Con todo, lejos de la media

La pensión de jubilación media extremeña permanece, en cualquier caso, todavía muy lejos de la media estatal, que para el agregado de regímenes fue de 1.161,8 euros, un 20,7% superior a los 962,9 promediados en la región. En cuanto a las nuevas altas, en el conjunto del año la media española (1.406,7 euros) fue un 19,5% superior a las extremeñas. Domínguez Fabián aclara, no obstante, que lo previsible es que la brecha entre comunidades autónomas se vaya acortando. «La pensión máxima cada vez se está estancando más mientras que la mínima sube en mayor medida, por lo que todos nos iremos moviendo en valores más cercanos», explica la responsable de este grupo de investigación en pensiones, desarrollado junto a la Universidad de Valencia.

Las bajas se disparan un 16%

El impacto de la pandemia hizo que el año pasado la cifra de bajas de pensiones contributivas de jubilación se disparase un 15,7% en comparación al anterior, pasando de 6.003 a 6.945 en Extremadura. En ningún otro momento de la serie de datos de la Seguridad Social, que arranca en el 2005, se aprecia una bajada que ni siquiera se acerque en intensidad a la contabilizada durante el 2020.

Por este mismo motivo, el volumen de las prestaciones que salieron del sistema fue superior al de las altas, contrariamente a lo que había sucedido en los cuatro ejercicios precedentes, en los que el saldo fue siempre favorable a las jubilaciones entrantes. Ascendieron a 6.225, ligeramente por debajo de las 6.259 del 2019.

El mayor valor de las nuevas pensiones hizo que, con todo, el importe total de la nómina mensual marcase un nuevo máximo en la comunidad autónoma, con 125,1 millones de euros en media anual -126,9 millones de euros en el cómputo de diciembre--, frente a los 121 millones promediados a lo largo del año anterior. Desde el 2015, esta partida se ha disparado un 21,6% en la comunidad autónoma.

Con información ya de enero, la cifra de pensiones en vigor en Extremadura es de 230.000 (134.451 en la provincia de Badajoz y 95.549 en la de Cáceres). De ellas, 130.792 son de jubilación, con un valor medio de 980,6 euros.

Desde enero hasta diciembre del 2020 en España causaron alta 531.843 nuevas pensiones, un 5% menos que en el mismo periodo de los doce meses precedentes, mientras que las bajas sumaron 517.924 pensiones, un 14,3% más que el año anterior. En todo el país, la nómina mensual de las pensiones sobrepasó en enero por vez primera los 10.000 millones de euros, de los que 7.246,8 millones corresponden a las de jubilación.