La comunidad ha perdido casi 30.000 jóvenes activos, esto es, población de entre 20 y 34 años que bien estaba trabajando o bien buscaba empleo, en la última década. A la marcha por falta de oportunidades laborales se une el ‘efecto desánimo’, aquellos que dejan de intentar encontrar un hueco en el mercado de trabajo y salen del resgistro oficial.