TEtste 1º de Mayo ensalzaremos y defenderemos el valor del trabajo para seguir construyendo una sociedad más justa, de empleo digno, donde imperen los derechos humanos y los valores universales de paz, libertad, igualdad y solidaridad.

Hoy es el día de la expresión de la reivindicación obrera por antonomasia, para entrelazar intereses y situaciones diversas, para aunar esfuerzos, para la voz de todos, elevando el concepto de lo colectivo por encima del individualismo y del corto plazo. También es día para la reflexión y el debate, para mirar qué hacemos y seguir adelante con qué hacer , cómo y para qué . En definitiva, ¿hacia dónde vamos?

Tras un reconocimiento tardío de la crisis y de sus consecuencias, muchos pensamos, no sin cierta ingenuidad y con algo de euforia, que el cambio de rumbo en el sistema económico y de gobernanza mundial era posible.

Que esta crisis podría llevarnos del ultraliberalismo imperante, especulador y sin control, causante de la misma, a un cierto neocapitalismo, moderado, productivo, en el que con mecanismos de intervención pública, fuera posible consolidar y afianzar el modelo social de bienestar, evitando volver a las andadas. Frente al mercado sin reglas, afirmábamos la centralidad del valor del trabajo. En contraposición al abuso y la búsqueda del máximo beneficio, defendimos el principio de que la economía debe estar al servicio de las personas y en contestación a quienes otorgan toda su confianza al mercado, propusimos más y mejor Estado.

Pasado un tiempo volvemos a encontramos con el capitalismo de siempre, salvaje y más especulativo. --Véanse los recientes ataques a la deuda de los países europeos, España, y al euro--. Un sistema financiero alimentado con ingentes recursos públicos que sigue sin asumir riesgos y entregado al beneficio fácil y rápido. Las preconizada gobernanza económica mundial, abortada en el inicio de su gestación, sigue inexistente. La construcción de la Europa política se ha ido al traste y la económica hace aguas por todas partes, caminando hacia una galopante renacionalización de las políticas.

Mirando a España, ¿encontramos respuestas? ¿Frivolidad en los análisis? ¿Falta de liderazgo en el estamento político, social y económico? ¿Zapatero desaparecido? ¿Presidencia europea anodina, sin rumbo y con menos Europa? En fin, un panorama en el que todos los que tenemos responsabilidades e intereses en esto, da la sensación, que miramos para el lado contrario. Erraremos si no situamos a la economía y al empleo como la causa principal de España, de los trabajadores y de las trabajadoras.

Son momentos de mirarnos cada cual, con una visión de conjunto y horizonte común. La mejor manera hoy de defender la democracia y el estado social es salvar a la economía y crear empleo. Asumámoslo desde la legitimidad de cada interés, con fortaleza y liderazgo.