Uno de cada diez ciclos de Formación Profesional (FP) que se imparten en Extremadura necesita adaptarse de manera «urgente» al tejido productivo. Se trata de titulaciones que llevan implantadas «toda la vida» y que se tienen que cambiar porque están obsoletas y no presentan interés ni para las empresas de la zona en la que se imparten ni para los propios alumnos. Es el caso por ejemplo del ciclo de madera de Hervás, que este curso está funcionando con muy pocos estudiantes, o los relacionados con electricidad y administración.

En esta situación se encuentran 50 de los 524 ciclos formativos que se imparten actualmente en Extremadura (el 10% del total) y para todos ellos la Junta ya se ha planteado una actualización progresiva con la implantación de nuevas especialidades teniendo en cuenta las demandas del mercado laboral. Ese será uno de los primeros cometidos del Mapa de Empleabilidad de la Formación Profesional en Extremadura, una «herramienta estratégica» que ayer presentó la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, para conectar la oferta de FP con el mercado laboral y adaptarla a las demandas actuales de las empresas en cada zona de la región.

«Se trata de una herramienta que permite repensar el modelo actual de FP para adaptarlo a los estudiantes y hacerlo útil para las empresas», afirmó en rueda de prensa junto al director general de Formación Profesional, Juan José Maldonado.

Para la elaboración del mapa (se puede consultar en el portal www.ideex.es/IDEEXVisor) se han manejado más de 700.000 registros y se ha dividido Extremadura en ocho zonas (Cáceres, Plasencia, Coria y Navalmoral de la Mata en la provincia cacereña y Badajoz, Mérida, Don Benito-Villanueva y Zafra en la pacense) para conocer los ciclos que están implantados en cada una de ellas, sus especialidades y las conexiones con las empresas existentes, el empleo que generan o las «necesidades futuras» teniendo en cuenta las áreas marcadas como estratégicas para el desarrollo regional en los próximos años: economía verde y circular, agroalimentación, turismo, salud o tecnologías de la información y la comunicación.

FAMILIAS PROFESIONALES / Actualmente, las familias profesionales con más implantación en esas ocho zonas que contempla el mapa de empleabilidad son Hostelería y Turismo, Actividades Físicas y Deportivas, Industrias Agrarias, Alimentación, Comercio y Marketing, Energía y Agua, Fabricación Mecánica, Química e Informática y Comunicaciones.

En su comparecencia, Gutiérrez destacó que a pesar de que en la última década el sistema educativo extremeño ha perdido a unos 11.000 alumnos, la FP ha ganado 6.000 matrículas en este mismo periodo, lo que demuestra «la confianza» de los jóvenes en este tipo de formación para encontrar después una salida profesional. Así, actualmente la región cuenta con unos 19.500 alumnos de FP para 24.000 plazas, una oferta «amplia y suficiente» según Gutiérrez. Además, el 90% de ellas se sitúan en municipios de menos de 15.000 habitantes en una apuesta «clara» por el desarrollo rural.