Alrededor del 10% de las empleadas extremeñas sufren acoso sexual grave en el trabajo, según una encuesta realizada por UGT en medio millar de empresas. En el estudio, que la responsable regional de Mujer del sindicato, Carmen López, calificó como "exhaustivo y pionero", se valoran seis niveles de acoso, según su gravedad, que van desde los chistes o bromas obscenas hasta el chantaje o coacción para obtener favores sexuales.

En el primer nivel, el 52% de las mujeres aseguró padecer estas situaciones por parte de sus compañeros de trabajo, y un 17% por los superiores. En cuanto al más grave, la proporción se sitúa en el 11% por parte de compañeros y el 6% por los jefes.

En cuanto a la reacción de las víctimas, lo más habitual es que se comente con otras personas (en un 66% de los casos), o ni siquiera se mencione (33%), y apenas el 1% lo denuncia.

Otro apartado hace referencia a que sólo el 3% de los convenios laborales contempla medidas contra el acoso, y casi el 60% ni lo menciona.

Además, el estudio elabora un perfil tanto del acosador --de entre 31 y 45 años, casado, y con una antigüedad en la empresa de diez o más años-- como de la víctima --joven, separada o divorciada, con contrato precario--.

Por último, el informe concluye que los casos de acoso sexual en Extremadura se dan sobre todo en las empresas donde las mujeres son mayoría en la plantilla, y muy especialmente en las del sector servicios.