Las extremeñas víctimas de violencia de género tardan una media de 11 años y 3 meses en verbalizar su situación y expresar la violencia que sufren, ya sea contándolo a los trabajadores de los servicios que existen para darles apoyo y asesoramiento, o bien interponiendo denuncia contra su agresor. El dato está recogido en un estudio realizado por la fundación Igual a Igual.