135 niños saharauis del total de 378 que pasarán el verano en tierras extremeñas gracias al programa Vacaciones en Paz, de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, han llegado hoy en avión al Aeropuerto de Talavera la Real.

Desde la terminal, los pequeños han sido trasladados al Polideportivo Municipal de Talavera la Real, donde les han recibido sus familias de acogida.

En todo momento, ha estado acompañados por cinco monitores saharauis y por miembros de la asociación.

Está previsto que mañana lleguen a Extremadura en dos vuelos los otros 240 niños del total de 378 que serán acogidos durante los meses de julio y agosto por familias extremeñas.

Muchos repiten la experiencia, pero un centenar son nuevos, según el responsable del Área de Sensibilidad de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, Antonio Ríos.

Así, ha explicado que los repetidores "tienen siempre muchas ganas de venir", pero los que vienen a Extremadura por primera vez encuentran "problemas" al salir de un campamento de refugiados "y llegar a un mundo completamente nuevo" por lo que "lo pasan mal los cuatro o cinco primeros días".

No es el caso de Layla, de 11 años y que habla español a la perfección, que ha afirmado que lleva tres años siendo acogida por una familia de Villafranco del Guadiana (Badajoz) a quien tiene muchas ganas de ver, al igual que a sus amigos, aunque ha reconocido que ha sido "muy duro" separarse de sus padres.

La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui lleva una docena de años facilitando estas vacaciones, en las que los niños, de entre 8 y 12 años, "se portan muy bien", según Ríos, aunque los más pequeños tienen "más problemas los primeros días, pero luego se adaptan rápido", mientras que los mayores "son más problemáticos".

Asimismo, ha destacado que los padres saharauis lamentan separarse de sus hijos, aunque "lo hacen por su bien", ya que son "muy conscientes" de que al venir a España -este año vendrán un total de 8.000 niños-, los ven un médico, se nutren adecuadamente y evitan el verano de su zona de procedencia, donde se alcanzan hasta los 56 grados de temperatura.

Ríos ha precisado que durante este tiempo los pequeños hablan por teléfono con sus padres "una o dos veces por semana" y que las familias extremeñas mantienen la relación el resto del año con sus acogidos.

El responsable de Sensibilización de la asociación ha resaltado que aunque esta actividad es la "más bonita" de las que llevan a cabo, también trabajan con la "Caravana por la Paz", que facilita alimentos a los campamentos de los refugiados y un programa que está impulsando el desarrollo de "huertos en el desierto".

Gracias a esta última medida que se desarrolla en un huerto de la Junta de Extremadura, otros tres situados en los principales campamentos y unos 600 que gestionan las familias saharauis, están alcanzando niveles de producción de en torno al 20 por ciento de las hortalizas y frutas que consumen.

Para Ríos, esta actividad les mantiene "ocupados" y les facilita formación agrícola como ha corroborado a Efe el ingeniero técnico Wwadalf, encargado de uno de estos cultivos.