2.000 mujeres son víctimas en Extremadura de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, lo que se pretende abordar con una ley nacional que impulse los distintos programas integrales contra esta lacra.

La directora del Instituto de la Mujer de Extremadura, Elisa Barrientos, ha dicho hoy que esa cifra, facilitada por la asociación Apram, es muy difícil de determinar debido al "secretismo" y a la capacidad de los proxenetas de mover a las mujeres adultas y niñas de una región a otra o por diferentes países.

Barrientos ha participado hoy, junto a otras autoridades y representantes de asociaciones y entidades, en la reunión de la Mesa Autonómica contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual.

Tras una reunión en septiembre de 2015, se decidió avanzar tanto en el protocolo como en la estrategia contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, pues es necesario adaptarlos a la comunidad, ha explicado Barrientos.

Esta mesa es a su vez una reunión preparatoria de la convocatoria del próximo 23 de septiembre con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños.

El objetivo es avanzar en la red autonómica contra esta lacra, para que todos los actores implicados conozcan los recursos normativos, judiciales, asistenciales y administrativos en la lucha contra esta "esclavitud del siglo XXI", ha indicado.

A su juicio, es necesaria una ley que englobe a todas las comunidades autónomas y avale todas las medidas que se están realizando a través de los distintos planes integrales.

Barrientos ha recordado que las competencias con respecto a la violencia machista y a la trata están compartidas entre el Estado y las comunidades autónomas.

El Gobierno central se ocupa principalmente de los aspectos judiciales y de Fiscalía.

Las comunidades autónomas tienen competencias en materia asistencial, en recursos económicos, en vivienda, en los itinerarios de inserción socio-laboral para las víctimas y en la atención psicológica, entre otros.

En su opinión, sin clientes no hay trata, y la educación, la sensibilización, la prevención, la detección y la formación son aspectos básicos para luchar contra este problema.