La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, manifestó ayer que «no es descabellado» pensar que Extremadura podría albergar el 20% de las inversiones en energías renovables recogidas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030, que contempla proyectos que suman una potencia de 57.000 megavatios (MW).

El cumplimiento de esta estimación significaría «multiplicar por casi ocho veces» el parque generador solar actual, tanto termosolar, como fotovoltaico, y también teniendo en cuenta la tecnología de la biomasa. Este hecho implicaría, a su vez, una inversión privada que superaría los 8.000 millones de euros. Estas son algunas de las conclusiones del plan regional integrado de energía y clima en el que ya trabaja el Gobierno regional, con el mismo horizonte que el nacional, aunque también se tiene la vista puesta en el año 2050, según García.

Sobre este asunto, la consejera destacó que la Junta de Extremadura se ha alineado con los objetivos marcados en el borrador del PNIEC que el Gobierno central envió a Bruselas. «Reunimos los requisitos ideales para que alguien que esté interesado en desarrollar proyectos de renovables venga a hacerlo en nuestra comunidad autónoma», puntualizó la responsable extremeña para la Transición Ecológica y Sostenibilidad.

En esta línea, García indicó que Extremadura es de las comunidades autónomas en las que los inversores más se están fijando a la hora de hacer sus inversiones en este sentido, siendo una «candidata ideal» para el desarrollo de esta nueva economía que «va a revolucionar todos los sectores». «El mundo en el futuro será renovables o no lo será y estamos en un camino de transición que ya ha comenzado y con especial fuerza en Extremadura», subrayó.