La Identificación Geográfica Protegida (IGP) ´Ternera de Extremadura´, aprobada en diciembre del año 2001, tiene ya inscritas un total de 204 ganaderías, con 18.000 vacas madre, 90 cebaderos y seis industrias, según han informado fuentes del Consejo Regulador en un comunicado de prensa.

Desde su aprobación, y en la tarea de asegurar el control y la trazabilidad, es decir, garantizar todos los pasos del animal desde que nace hasta que muere y su alimentación, han sido certificados 100.000 kilogramos de carne. El próximo 25 de abril se ha programado un acto simbólico de marcaje y etiquetado de canales y piezas de productos amparados por la IGP, que tendrá lugar a partir de las 13:00 horas en el matadero de Pedro Robles, de Jarandilla de la Vera.

Según las mismas fuentes, está prevista la asistencia a este acto del consejero de Economía, Industria y Comercio, Manuel Amigo Mateos. Extremadura es una de las principales productoras de carne de vacuno --el censo supera las 300.000 madres, el 20% del total nacional--, pero sólo se sacrifica en la región una parte muy pequeña de la producción anual. Lo habitual es que los terneros se vendan a cebaderos de otras comunidades autónomas, donde se les aporta el peso suplementario para ser sacrificados.

SACRIFICAR EN EXTREMADURA

Uno de los objetivos principales de la puesta en marcha de Ternera de Extremadura es acabar con esta práctica y lograr que salga desde la región la carne ya con un sello indicador de calidad y garantía para el mercado y los consumidores.

La carne que está amparada por esta indicación geográfica es la procedente de ejemplares de las razas retinta, avileña, morucha, blanca cacereña y los cruces, siempre que hayan sido criados en régimen extensivo de producción.