Infraestructuras, empleo y desarrollo rural, medio ambiente o políticas activas para la creación y el fomento del empleo se llevan la mayor parte de los más de 3.000 millones de euros que la región ha recibido entre 2007 y 2013 de los fondos de cohesión de la Unión Europea para converger con la media comunitaria, especialmente el Fondo Social Europeo y el Feder. Aunque la cantidad para el periodo 2014-2020 aún no está cerrada y la previsión es que haya recortes --el presupuesto plurianual de la UE está en pleno debate en estos momentos en Bruselas-- la región será la única de España que mantenga el mismo nivel de ayudas para los próximos seis años por ser su PIB inferior al 75% de la media comunitaria. Castilla La Mancha, Andalucía y Galicia sí han conseguido en este tiempo dejar de ser Objetivo 1.

En los últimos seis años la región ha recibido cerca de 3.000 millones de euros en fondos de cohesión. Los principales son el Feder, que para el periodo 2007-2013 ha contado con un presupuesto de 1.600 millones que aporta Bruselas --la cifra supone el 4,5% del total de la inversión destinada a España-- más 700 millones de euros del Gobierno central y otros 545 de programas operativos plurirregionales alternativos. Los fondos del Feder se destinan en su mayoría aumentar la competitividad económica, fomentar el uso de las nuevas tecnologías, incrementar la dotación de infraestructuras de transporte o el fomento de la integración social y el desarrollo local. El Fondo Social Europeo, por el que la región ha recibido 250 millones de la UE más 279,8 de programas plurirregionales, se invierten en su mayoría en políticas activas de empleo.

Aunque el objetivo no se ha cumplido porque las previsiones apuntaban a que en 2013 el PIB extremeño ascendería al 84,5% de la media de los 27 --se ha quedado en el 73%--, la importancia de estos fondos para la región es fundamental. De hecho, su aplicación en el periodo inmediatamente anterior al actual (del 2000 al 2006) ha permitido a Extremadura experimentar avances notables, entre los que destaca la aportación de 5,4 puntos porcentuales en en el valor añadido bruto, actuaciones en i+D equivalentes al 33% del gasto extremeño total o una inversión privada superior en un 18,3% a la que se hubiera registrado sin la aportación del programa, según un informe de la Fundación Caja Extremadura.

Asimismo, se han registrado avances importantes en el ámbito productivo (9.800 empresas, se beneficiaron del Feder), en el ámbito medioambiental (construcción de 272 kilómetros de redes de abastecimiento de agua y siete plantas de reciclaje o recuperación de 4.561 hectáreas de espacios deteriorados) y en el campo de la sociedad de la información, donde 3.600 pymes pudieron acceder a los nuevos servicios de telecomunicaciones creados.