La Junta de Extremadura declaró el año pasado a 78 menores en situación de desamparo, el 30% por violencia doméstica o por haber sufrido maltratos físicos o emocionales, según datos facilitados a Efe por la Dirección General del Infancia y Familia.

El año pasado se abrieron 763 expedientes de protección de menores, cuya situación de riesgo fue denunciada a través de distintas fuentes de notificación, como el Teléfono del Menor (900 500 331), los servicios sociales de base, los centros educativos y sanitarios, los cuerpos de seguridad o los propios ciudadanos.

Tras la notificación, se comprobó si existían verdaderamente indicios de riesgo para el menor y se inició el expediente y la investigación, según explicó a Efe el director general de Infancia y Familia, Javier Alonso de la Torre, que destacó que de los 763 expedientes abiertos el año pasado, 78 acabaron con la declaración de desamparo.

En el resto de los casos se aconsejó la intervención de los servicios sociales o de los equipos municipales de atención a la familia para orientar al entorno familiar del menor y eliminar la situación de riesgo denunciada.

Entre las causas de declaración de desamparo, figuran el abuso sexual y la violencia explícita, que "son los casos más llamativos, pero los menos numerosos y prácticamente anecdóticos". Los más frecuentes, aseguró Alonso de la Torre, se deben a una educación negligente por una inadecuada atención en materia de higiene o alimentación o por la falta de control del absentismo escolar por parte de la familia.

La declaración de desamparo certifica que el menor está en una situación de riesgo lo suficientemente importante como para que la administración le aparte de su familia.