Alrededor de 300 internos de los centros penitenciarios de Badajoz y Cáceres son atendidos anualmente en el Programa de Drogodependencia de Cruz Roja, en cuya financiación participa el Servicio Extremeño de Salud.

El director gerente de dicho servicio, Ceciliano Franco, visitó ayer el centro penitenciario pacense donde ha mantenido una reunión con los miembros de Cruz Roja que desarrollan la atención a internos que padecen patologías relacionadas con el consumo de drogas, alcohol y tabaco. Acompañado por la directora general de Salud Pública, Pilar Guijarro, y el secretario técnico de drogodependencia, Quintín Montero, Franco apuntó que cada año entran en el programa de drogodependencia unos 60 internos de las prisiones

Según cifras aportadas por el Servicio Extremeño de Salud, cerca de medio centenar de internos inscritos en estos programas dejan anualmente el habito de consumo de diferentes sustancias estupefacientes. Los más de trescientos internos que se atienden anualmente en ambos centros penitenciarios están acogidos distintos a programas de atención, en función de la adicción que tengan.

Además, hay otro programa en el centro de inserción social Dulce Chacón, situado en Cáceres, que es de atención a población penitenciaria que esta en tercer grado también con hábitos de consumo de drogas.