Proyectos como el Life Olivares vivos o el Life de esteparias, que llevan a cabo Andalucía y Castilla la Mancha para favorecer las poblaciones de aves como la avutarda, el sisón o la ganga ibérica, trabajan en biodiversidad de manera conjunta con agricultores y ganaderos. No sólo promueven un cambio en las prácticas agrícolas, sino mantener la rentabilidad de las explotaciones.