Un total de 399 extremeños han hecho en 2007 un paréntesis en su vida laboral y pidieron una excedencia para criar a sus hijos. Así lo reflejan los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, en los que se muestran que casi nueve de cada diez excedencias por razones familiares están motivadas por la crianza de los más pequeños y el resto para el cuidado de mayores o dependientes.

A nivel nacional, un total de 34.816 españoles han pedido esta licencia para criar a sus hijos en el 2007, de los que 33.335, el 95,7%, eran mujeres y 1.481 hombres. Además, siete comunidades autónomas conceden ayudas económicas y tres de ellas --Castilla-La Mancha, Galicia y País Vasco-- incentivan con cantidades más altas a los varones que se acogen a estos permisos.

Los asalariados que se acogen a estos permisos aumenta cada año, y más entre "ellos", por lo que las cifras totales se incrementaron un 21% entre 2005 y 2007, período en el que los hombres que optaron por ocuparse de los hijos han pasado del 3,3% al 4,3%, mientras que la proporción de los que se retiran voluntariamente por atender a otros familiares es mayor, un 15%.

Por comunidades, en el 2007 han sido los empleados de Madrid con 8.903, Cataluña con 5.453, Comunidad Valenciana con 5.179, Andalucía con 4.438, Castilla y León con 3.423, País Vasco con 2.398, Murcia con 1.989, Castilla-La Mancha con 1.660, Aragón con 1.537, Navarra con 1.483 y Baleares con 1.086, los que más se han acogido a estas licencias por obligaciones familiares. A continuación, Canarias con 678, Galicia con 599, Extremadura con 399, La Rioja con 377, Asturias con 321 y Cantabria con 288 excedencias.

Según el ministerio, el acceso de la mujer a mejores empleos, la maternidad tardía --cuando puede primar más la vida personal que la laboral-- o algunas mejoras por la Ley de Igualdad --mantenimiento del puesto de trabajo y cómputo del tiempo como periodo cotizado--, "pueden influir en el aumento de solicitudes". Los permisos retribuidos por maternidad y paternidad, los 2.500 euros por nacimiento, y las políticas que empiezan a aplicar algunas empresas y comunidades autónomas, ayudan en la conciliación familiar y laboral.