Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, congregaron anoche en las calles de Badajoz a más de 45.000 personas que no quisieron perderse la gran Cabalgata de Reyes, organizada por el Ayuntamiento de Badajoz.

Duendes, princesas y otros personajes de cuentos infantiles se unieron a muñecos de nieves, carteros reales, centuriones romanos y miembros del portal de Belén, en un desfile en el que los verdaderos protagonistas fueron, sin duda, los tres reyes llegados del lejano Oriente.

El recorrido transcurrió tal y como estaba previsto. La treintena de unidades con los más de 800 figurantes que integraban la cabalgata iniciaron el recorrido pasadas las 18,30 horas en la avenida de Entrepuentes y a las 19,45 horas Melchor, Gaspar y Baltasar bajaron de sus carrozas, cargadas con miles de cartas y ya casi sin caramelos, para dirigirse al templete del paseo de San Francisco. Fue éste el momento más emocionante para todos los niños, que ansiosos por saludarlos retrasaron su llegada. Algunos, los más afortunados, pudieron tocarles y uno pudo preguntar a Baltasar: "¿Te acuerdas de lo que te he pedido?".

Ya en el templete, el alcalde, Miguel Celdrán, les dio la bienvenida a Sus Majestades, a los que pidió "que lleven la esperanza y la solidaridad de los pueblos" a los niños afectados por los maremotos en el sureste asiático.

Después, Carlos Raposo García, de 8 años, en representación de Unicef dio lectura al manifiesto que esta organización ha suscrito bajo el lema Igualdad para toda la infancia . En él se pidió a los Reyes Magos de Oriente ayuda para todos los niños del mundo que sufren, así como que recuerden "a los adultos, gobiernos y educadores, el compromiso de que hagan cumplir todos y cada uno de los derechos de la infancia".

El broche final lo pusieron los reyes. Melchor recomendó a los niños irse a la cama temprano, mientras que Gaspar pidió a los padres de los pequeños ayuda para los afectados por los maremotos, y Baltasar animó a los presentes a "ser buenos durante todo el año".