La organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA) calcula que cerca de 60.000 conductores irían a la cárcel cada año por incumplir los límites de velocidad y alcoholemia propuestos por la DGT en la reforma del Código Penal.

La DGT formuló en el 2004 (último dato facilitado) 2.568.428 denuncias en las carreteras españoles, excepto en el País Vasco y Cataluña. De ellas, un 25% eran por exceso de velocidad, un 3% por alcoholemia y un 8% por infracciones relativas al permiso de conducir. En cuanto a los conductores que se excedieron en los límites de velocidad, 12.840 superaron los 60 kilómetros por hora, lo que supondría un delito de prisión. Además, 23.121 automovilistas sobrepasaron en un gramo la tasa de alcohol y 23.021 fueron sorprendidos conduciendo con el carnet suspendido o retirado, por lo también tendrían pena de cárcel.

En el 2005 se registraron en Extremadura 90 accidentes con víctimas, en los que murieron 97 personas, 48 menos que en el 2004.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, cree que 6.000 conductores perderán al año el carnet en España con el nuevo permiso.