Es la quinta reunión y nadie despeja la incógnita de si será posible alcanzar un acuerdo antes de que se inicien las campañas en el campo : las organizaciones agrarias y los sindicatos se han citado mañana miércoles con un mediador para desencallar la negociación de cómo aplicar la subida del salario mínimo en este sector (12.600 euros anuales desde enero) y su repercusión en el convenio colectivo. De él dependen 64.000 trabajadores de los que al menos 60.000 son por cuenta ajena (hay alrededor de 4.000 por cuenta propia) y todos ellos con retribuciones que están en el umbral del salario mínimo según la estimación que hacen los sindicatos.

Las posturas están por el momento alejadas. Para las organizaciones agrarias (Apag Extremadura Asaja y Asaja Cáceres, UPA y Coag), la aplicación del salario mínimo se está llevando a cabo «conforme a lo que marca la ley» desde que se inició el año (es lo que establecías el real decreto que se aprobó en diciembre). Pero para los sindicatos (CCOO y UGT), no se está cumpliendo con la subida salarial y falta voluntad por parte de la patronal que, según dicen, «está intentando retrasar la aplicación de la subida del salarion mínimo y otras cuestiones como la negociación del convenio». En el convenio, que se debe renovar este año tampoco hay por el momento consenso. .

El principal punto de discrepancia radica en cómo se debe llevar a cabo el cálculo para fijar la subida del salario mínimo en el convenio. Según defienden en la patronal del campo hay que tener en cuenta no solo el salario base, sino también los complementos que tienen los trabajadores (salvo los eventuales), como la antigüedad. «Si tenemos en cuenta todo eso, hay muchos trabajadores que ya están por encima del salario mínimo», defienden por parte de las organizaciones agrarias, que consideran que la propuesta de tablas salariales que se presentaron por parte de los representantes de los trabajadores no se ajustaban a las cantidades que ellos habían estimado.

con o sin complementos/ Pero los sindicatos discrepan en esa interpretación y el planteamiento es completamente contrario: «el cálculo no debe llevarse a cabo teniendo en cuenta los complementos, sino solo el salario base, porque eso penaliza a los trabajadores más antiguos y que por tanto pueden tener complementos más elevados», indican por parte de los sindicatos, que no descartan recurrir en el futuro a medidas de protesta e incluso la huelga, si persiste la falta de acuerdo.

Para los trabajadores, el real decreto deja claro que hay que dividir los 12.600 euros entre la jornada laboral de aplicación anual del convenio 1.768 horas y la patronal eleva el cálculo a 1.800 horas, según los sindicatos porque interpretan que no hay ultraactividad. La diferencia entre lo que considera uno y otro supone, en términos económicos, unos cuatro euros por jornal, en el caso de los eventuales. Para los trabajadores fijos o los fijos discontinuos, es más difícil establecer un rango, precisamente por los complementos que tienen y la diferente interpretación que hacen desde uno y otro lado de la mesa de negociación.

Patronal y sindicatos se han reunido ya en cuatro ocasiones para abordar tanto la aplicación de la subida del salario mínimo como el convenio, aunque con pocos avances. Mañana lo verán en la reunión con la ayuda de un mediador en la Fundación de Relaciones Laborales.