El Estudio Hábitos de Hidratación 2010, elaborado por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), advierte que aunque la mayoría de los extremeños califican su estado de hidratación como bueno o muy bueno, al preguntar por cantidades concretas, el 67% bebe menos de 3 litros al día. Según ha recogido la agencia Europa Press, de hecho, "casi un tercio" cree que beber más de esta cantidad es malo y un 15% considera que no pasa nada por no beber de manera frecuente, según se desprende de dicho estudio, mientras que los especialistas recomiendan beber de 2 y 3 litros al día. Con el calor las pérdidas aumentan, especialmente a través del sudor, por lo que puede ser necesario beber más. No reponer los líquidos que se pierden puede provocar dolor de cabeza, mareos, vómitos, disminución del rendimiento físico y mental, fatiga, aumento del ritmo cardíaco. Por eso, en estas fechas aumentan las consultas a los especialistas y los ingresos hospitalarios que asocian estados de deshidratación, especialmente entre los grupos de riesgo, según ha informado el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) en nota de prensa. CONDUCTAS DE RIESGO Entre las conclusiones del estudio, destaca que ante un supuesto como en verano, con calor, humedad, práctica de actividad física, etc. en que fuera necesario aumentar la ingesta de líquidos, el 59% declara que le resultaría difícil beber lo necesario. Además, se detectan otra serie de conductas que aumentan la posibilidad de que no se mantenga una correcta hidratación, como es el que un 12% reconoce pasar largos periodos en la playa sin beber o que un 42% sólo bebe cuando tiene sed, señal de que ya existe cierta deshidratación. Teniendo en cuenta todo lo anterior, no es de extrañar que un 5% afirme haber sufrido deshidrataciones, la mitad de ellas en verano. Frente al riesgo que supone el calor y la falta de líquidos, los expertos del OHS recuerdan la importancia de ingerir diversas bebidas como agua, zumos, refrescos, infusiones, lácteos, etc. De hecho, al preguntar por estas pautas saludables, el 92% reconoce que consumir distintas bebidas y con buen sabor, les facilita beber lo necesario. FALTA CONCIENCIACION EN GRUPOS SENSIBLES En Extremadura, alrededor del 21% de la población -más de 200.000 personas- se encuentra en situación de riesgo de sufrir una deshidratación: ancianos, niños, embarazadas, deportistas, enfermos crónicos o personas que trabajan al aire libre son los grupos más vulnerables. Al analizar los hábitos de estos grupos, destaca la falta de concienciación de las personas mayores de 65 años, precisamente un grupo de riesgo ya que con la edad, el mecanismo de termorregulación se deteriora y disminuye la sensación de sed, por lo que les cuesta beber. Además, suelen presentar un sistema inmunológico más debilitado y una mayor incidencia de otras enfermedades, lo que les hace más vulnerables frente a las consecuencias de la deshidratación. Los que están sometidos a una actividad intensa, pasan muchas horas al aire libre o practican deporte, son otros de los grupos de población que tienen que beber con frecuencia para reponer las pérdidas hídricas. En el caso de los que practican deporte, se recomienda beber antes, durante y después de la actividad. Sin embargo, el estudio indica que el 47% sólo lo hace cuando tienen sed y 9 de cada 10 sólo bebe agua. LA INFORMACION CAMBIA HABITOS En términos generales, está mejorando el conocimiento sobre la importancia de la hidratación y su papel en la salud, y el 82% dice que tiene más información ahora que hace unos años. Así, aunque en la práctica, sigue siendo alto el porcentaje de los que beben menos de lo necesario, la mayoría conoce cuáles son sus funciones en el organismo y las consecuencias de la deshidratación.