A partir del próximo 1 de enero el mercado eléctrico nacional va a sufrir un cambio trascendental. Todos los clientes --585.000 en Extremadura-- estarán capacitados para elegir la compañía suministradora que más le interese independientemente del operador que tradicionalmente haya distribuido la luz en su zona geográfica. Así lo establece la Ley 54/97 del Sector Eléctrico, cuyo principal objetivo es la apertura del mercado y favorecer la competencia en precios y servicio entre las compañías energéticas.

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy cuatro reales decretos para impulsar la liberalización eléctrica a partir de la próxima semana. La apertura gradual del mercado energético comenzó en 1998 y desde entonces han ido adquiriendo la condición de clientes cualificados --los que tienen posibilidad de cambiarse de compañía-- aquellos que consumen más energía: grandes empresas, organismos públicos e instituciones. Desde el 1 de enero próximo se extiende la facultad de elección a todos los clientes, incluidos los hogares.

CAMBIO EN QUINCE DIAS

Según el Gobierno, el cambio de compañía suministradora se podrá hacer efectivo en quince días y tanto el Ministerio de Economía como la Comisión Nacional de la Energía (CNE) pondrán a disposición del público un sistema de atención telefónica desde el 2 de enero para resolver dudas sobre el proceso.

¿Se va a producir una competencia de precios que compense cambiarse de compañía? ¿Va a haber un trasvase en masa de clientes de una a otra empresa? Pues los expertos, las eléctricas y hasta el propio Gobierno afirman que la experiencia liberalizadora seguida en otros países indica que no va a haber grandes ofertones y rebajas de precios, que sí se han producido en la telefonía fija y móvil.

Por su nivel de consumo, de los 585.000 clientes que hay en Extremadura ya tienen la condición de cualificados más de 5.000. Esta circunstancia les permite tres opciones: mantenerse en la tarifa regulada que tenían en función de su consumo, salir al mercado libre a negociar directamente con su compañía un precio mejor o cambiar de eléctrica si la nueva les ofrece condiciones más ventajosas. A septiembre de este año, sólo 845 de los 5.000 habían abandonado la tarifa y optado por negociar en el mercado libre.

Pero de ellos apenas un puñado encontró en la competencia precios más bajos por el kilovatio. La mayoría de los cualificados negoció un mejor precio de la electricidad pero se quedó en su misma empresa.