La presión que soportan los servicios de urgencias de los hospitales extremeños podría llegar a reducirse en hasta un 80% si los pacientes utilizasen correctamente el sistema sanitario.

En este sentido, Miguel Iglesias, vicepresidente de la Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) de Extremadura, destacó que de cada diez casos que se atienden en urgencias hay ocho que "no deberían haber llegado al hospital" puesto que "podrían resolverse en otros niveles asistenciales". A su juicio, se trata de un problema "educacional" que lleva a los usuarios a entrar directamente en el sistema por esta vía para conseguir un diagnóstico rápido y disponer de todos los medios técnicos necesarios para garantizar su asistencia saltándose las listas de espera.

Iglesias apuntó que en teoría la Atención primaria debe ser la puerta de entrada, "pero chirría, algo está fallando".

Entre los posibles problemas, que provocan que las urgencias extremeñas estén entre las más saturadas del país, lamentó la falta de coordinación de los distintos niveles asistenciales. Esto provoca, por ejemplo, que las unidades medicalizadas del 061 atiendan y trasladen a muchos enfermos que no proceden de emergencias reales, lo que supone un mal uso de los recursos y puede poner en peligro a otros pacientes.