El futuro del 85% de las gasolineras extremeñas peligra, si sale adelante el anteproyecto de ley estatal que prevé permitir la venta libre de carburantes en las cooperativas. Así lo aseguró ayer en declaraciones a Efe el presidente de la Asociación Regional de Empresarios de Estaciones de Servicio, Casto Bravo, al término de la asamblea celebrada en Torre de Santa María.

El posible cierre afectaría a las gasolineras ubicadas en zonas rurales de la región, que son la gran mayoría, el 85%, frente al 15% restante, que se concentra en poblaciones de más de 20.000 habitantes.

Bravo explicó que el anteproyecto previsto por el Gobierno permitirá que las cooperativas no solamente vendan carburante a los socios, sino a toda la ciudadanía en general, "lo que se traduciría en una liberalización brutal de este mercado, dado que las cooperativas gozan de un régimen fiscal más ventajoso".

Desde que hace diez años se permitió la venta de gasóleo agrícola en las cooperativas, la venta de dicho carburante es calificada como testimonial por los empresarios de gasolineras.

Un estudio de la patronal estima que de liberalizarse la venta de carburantes en las cooperativas podrían cerrar en el primer año unas 1.000, de las 7.000 gasolineras existentes en España. También se les podría prohibir vender tabaco.