Nueve de cada diez conductores extremeños creen que los accidentes de tráfico podrían reducirse a la mitad si la tecnología no permitiese utilizar el teléfono móvil cuando se está al volante.

Esta es una de las conclusiones de la segunda edición del estudio Españoles la volante, distracciones y uso del móvil realizado por las compañías Gonvarri y Movistar.

De esta forma, los conductores creen que el teléfono es el principal riesgo cuando se conduce, y también que en la propia tecnología es parte de la solución.

En este sentido, el 59,57 % de los extremeños admite que alguna vez ha sentido que una distracción al volante le ha puesto en peligro y el 12,77 % que ha tenido algún susto o incidente menor por culpa del móvil, 10 puntos por debajo de la media nacional.

Las acciones que a su juicio suponen un mayor riesgo son, por este orden, escribir mensajes de texto o de WhatsApp, buscar información en el móvil, hacer fotos y videos y leer mensajes.

Por el contrario, perciben un riesgo menor en hablar con un dispositivo de manos libres, consultar el GPS, seleccionar la música y hablar sin el manos libres.

En cuanto a las causas que hay detrás de las distracciones, señalan principalmente el móvil (95,74 %), el cansancio (65,96 %), la conducción agresiva (57,45 %) y el uso del GPS (38,30 %).

Otro 23,4 0% cree que comer o beber al volante le distrae y un 19,15 % que lo hace el estar fumando.

Preguntados sobre cuántos segundos como máximo piensan que se puede estar pendiente del teléfono sin perder la atención en la carretera y no correr riesgo, los extremeños señalan que 2 segundos, un tiempo en el que a una velocidad de 120 kilómetros por hora se recorren unos 70 metros, es decir, el ancho de un campo de fútbol.

Por lo que se refiere a los hábitos de los conductores de Extremadura relacionados con el uso de la tecnología, más de la mitad suele consultar el GPS, el 19,15 % hablar sin manos libres, el 19,15 % leer mensajes de su teléfono y el 17,0 2% escribir mensajes.

En cuanto a otros hábitos de conducción, el 57,45 % admite que suele conducir a pesar de estar muy cansado, el 40,43 % se salta algún ceda el paso habitualmente, el 34,04 % fuma estando al volante, algo más del 21 % se salta señales de stop y semáforos en rojo, y un 8,51 % afirma que suele conducir después de consumir alcohol.

Si hablamos del respeto por los límites de velocidad, más de la mitad de los extremeños se los salta independientemente del tipo de vía, especialmente en carreteras convencionales, lo que hace el 59,57 % de ellos.

Respecto a los ciclistas, más de la mitad de los conductores extremeños piensa que tienen los mismos derechos a circular por carretera que los vehículos a motor, aunque "se juegan la vida al hacerlo", casi un 30 % opina que deberían circular por otras vías y únicamente dos de cada diez están convencidos de que “pueden convivir sin problema”.