La Guardia Civil abatió ayer por la manaña al último toro bravo que aún quedaba libre en el entorno de Puebla de Obando tras volcar el viernes un camión que transportaba 21 reses por la carretera EX-100, según explicó el alcalde del municipio pacense, Domingo Sánchez.

De este modo, la cifra de animales abatidos se ha elevado a ocho, mientras que los trece restantes fueron conducidos el viernes a una finca del ganadero Ignacio López Chaves en Salamanca después de que la Guardia Civil y los vecinos consiguieran meterlos en una cerca con vacas.

Efectivos de la Benemérita permanecieron durante toda la noche del viernes al sábado en la zona para localizar al único astado que permanecía en paradero desconocido desde que se produjo el accidente. Según el edil, los agentes encontraron al animal a primera hora de ayer en un camino y se vieron "obligados a abatirlo debido a que ya había intentado arremeter contra varios vecinos" que habían pasado por el lugar.