El número de extremeñas que decidieron interrumpir su embarazo aumentó durante el 2010, año en el que entró en vigor la reforma de la ley del aborto, y lo hizo especialmente entre la población más joven, las menores de 20 años, una franja de edad donde hay un problema de embarazos no deseados enquistado (ver gráfico adjunto). Sin embargo los datos provisionales que ayer facilitó el Ministerio de Sanidad no constatan que haya una relación directa entre el aumento de casos y la nueva normativa, que permite a las mujeres tomar esta decisión de forma libre y sin tener que dar justificarla durante las primeras 14 semanas de gestación.

Un total de 1.434 extremeñas optaron por abortar el año pasado en alguno de los centros autorizados en España. Son 61 más que en el 2009, ejercicio en el que se registró un descenso en el número de intervenciones de este tipo. Ahora los casos vuelven a repuntar, tanto a nivel regional como nacional (con 1.500 abortos más).

Pese al aumento registrado en el 2010, Extremadura es, junto a Galicia, la comunidad con menos casos. La tasa de abortos voluntarios por cada mil mujeres en edad fértil (de 15 a 44 años) es de 6,47 en la región (6,46 en la región gallega). La media nacional es casi dos veces superior al dato extremeño y está lejos de los índices de la Cataluña (15,20), el territorio español donde --en proporción-- se realiza mayor volumen de intervenciones. En el caso extremeño se da la paradoja, además, de que registra el mayor índice de abortos entre las menores de 20 años.

Muchos sectores esperaban los datos tras la reforma: desde los colectivos provida hasta las organizaciones de mujeres que defienden el derecho de la mujer a decidir sobre su embarazo. No en vano esta estadística es la primera que se publica sobre este asunto tras la aprobación de la controvertida reforma de la ley del aborto, que entró en vigor el 5 de julio del año pasado.

¿HAY EFECTO REFORMA? Una de las novedades de esta reforma es que concede a las mujeres un plazo, de 14 semanas desde el inicio de la gestación, en el que pueden decidir abortar voluntariamente sin tener que justificar su decisión. Además, también pueden hacerlo hasta la semana 22 siempre y cuando concurran las circunstancias médicas recogidas en la ley (grave riesgo para la salud de la madre, riesgo de anomalías en el feto o cuando se demuestren anomalías o enfermedades muy graves en el embrión). Los grupos antiabortistas esperaban un aumento de los casos al ampliarse las condiciones legales en las que se permite a las mujeres poner fin a la gestación. Sin embargo, y aunque en el 2010 ha habido un incremento del número total de abortos voluntarios, no parece achacable a la nueva norma. El motivo es estadístico: en los seis primeros meses del año, en los que se aplicaba la antigua legislación, se registraron casi 56.600 casos en toda España; mientras que entre junio y diciembre, ya con la reforma en vigor, fueron menos, 48.500.

Esto mismo se observa a nivel regional: 685 extremeñas decidieron poner fin a su embarazo en el primer semestre del 2010 y 624 en el segundo. "La ley está hecha para normalizar determinadas situaciones, incorporar esta intervención a la cartera de prestaciones públicas --desde su entrada en vigor, Sanidad corre con los gastos-- y lograr una mayor implicación de los servicios de planificación en la atención a la mujer. No era ninguna revolución que pudiese disparar los casos. De hecho, la actividad es muy similar a años anteriores", explica Miguel Montejo, ginecólogo y director de la Clínica Guadiana-Los Arcos, la única autorizada a realizar interrupciones de embarazos en la región.

Otro de los aspectos controvertidos de la reforma era la posibilidad de que las mujeres de 16 y 17 años aborten sin el consentimiento explícito de sus progenitores. "Es raro que ocurra. En el 97% de los casos vienen acompañadas por los padres", señala Montejo. 264 extremeñas menores de 19 años interrumpieron la gestación; seis de ellas con menos de 15 años. Esto supone un aumento de 21 casos respecto al 2009. De esta forma Extremadura sigue siendo la región con mayor tasa de abortos entre las jóvenes, ya que en el 18% de los casos no superaban los 20 años.