Acorex se resiste a morir. La agrupación de cooperativas extremeñas, en concurso voluntario de acreedores, sigue intentando evitar la liquidación y el entierro de una de las mayores empresas en la historia de la región. El presidente de su consejo rector, Manuel Ortega, continúa sin perder definitivamente la esperanza pese a la crítica situación y las dificultades y mientras vuelven las conversaciones con la cooperativa andaluza Dcoop, de nuevo interesada en ayudar a la agrupación extremeña, comienza a negociar un convenio con los acreedores que permita reducir la deuda que supera los 61 millones de euros, 17 de ellos a la entidad pública Extremadura Avante, el principal acreedor que ya ha anunciado que se convertirían en acciones si sigue en marcha. El primer punto para lograrlo pasa por conseguir una facturación mínima de unos 40 millones.

El futuro final de Acorex, por tanto, dependerá de que fructifiquen tanto el acuerdo con Dcoop como el convenio con los acreedores. Y es que ambos frentes van unidos. La implicación de Dcoop facilitaría a Acorex una nueva entidad financiera que, bajo el paraguas de la andaluza, estaría dispuesta a prestarle la cantidad necesaria para abonar la deuda que el grupo extremeño tiene pendiente. Pero para que esto se produzca los acreedores, a su vez, deben tener en sus manos un plan de viabilidad y estar dispuestos a realizar una quita de esa deuda, que el administrador concursal asegura que podría superar el 70%. "La quita tiene que ser importante, pero aún no lo sabemos, dependerá de la facturación que consigamos, todo está relacionado", cuenta Ortega.

Ambos acuerdos dependen de un factor clave y es la postura de las cooperativas que forman Acorex. Si hay una volumen de ellas dispuestas a firmar este convenio y una futura integración de la andaluza Dcoop se lograría una de las condiciones mínimas que pide la firma con sede en Antequera (Málaga): una facturación mínima que garantice un plan viable para devolver el dinero prestado. Y es que Dcoop solo podría aceptar echar una mano al grupo extremeño si éste le garantiza que puede facurar al año unos 40 millones, aunque Ortega avisa de que esta cifra es una aproximación puesto que las condiciones finales siguen en el aire como lo está el propio convenio con los acreedores.

Para Ortega esas condiciones mínimas exigidas son lógicas: "Con todo lo que hemos pasado lo que no vamos a hacer es meternos en un proyecto en el que podamos volver a caer en impagos, por eso nos estamos planteando que si hay convenio los pagos a nuestros acreedores se realicen casi de un día para otro para quedarnos solo con la deuda de la entidad financiera que nos preste el dinero", afirma. Como aval de ese nuevo préstamo, Acorex pondría sus activos en la región que están valorados en 27 millones.

SEGUNDA OPORTUNIDAD No es la primera vez que Acorex llama a la puerta de Dcoop. Hace un año y medio, la andaluza ofreció una fusión a la agrupación extremeña que acabó siendo descartada por gran parte de sus socios. Pero en este tiempo las cosas han cambiado. "Hay muchas diferencias entre ambos acuerdos, ahora estamos en un concurso de acreedores que solo tiene dos opciones: llegar a un convenio o la liquidación", explica.

Además, para la anterior integración se necesitaba el visto bueno de dos tercios del total de socios de Acorex y ahora ya no sería necesario que estuvieran todos de acuerdo, solo los dispuestos a sumar esa facturación mínima. Quien acepte el convenio ya está aceptando que la única opción que hay es la integración a posteriori con Dcoop. "Lo que estamos negociando ahora es un acuerdo de colaboración con Dcoop, una ayuda económica, pero entendemos que para que las cooperativas tengan seguridad y confianza no vale que sigamos gestionando nosotros, necesitamos un tercero que dé esa estabilidad necesaria y más tarde o más temprano vamos a acabar integrados en Dcoop", dice Ortega.

Eso sí, garantiza que Acorex seguirá manteniendo su identidad: "El grupo no desaparecería". El consejo rector está visitando a todas las cooperativas para conocer cuáles estarían dispuestas a aceptar dichas condiciones e intentar lograr ese volumen de facturación mínimo que se necesita y, de momento, hay buena sintonía. "Aún no se puede garantizar nada porque no hemos finalizado la ronda de visitas, pero al consejo rector se está transmitiendo bastante optimismo", valora el presidente. En cuanto a los acreedores, considera que si se les da la opción de recuperar parte de la deuda habrá predisposición, aunque aún hay que perfilar y presentar el plan.

BENEFICIOS ¿Qué gana Dcoop, una de las primeras agrupaciones cooperativas del país, con su ayuda? "Facturación y beneficios, pero a largo plazo. Si ve que hay viabilidad nos apoya, el convenio sale adelante y a posteriori pasaríamos a ser uno de sus más de 100 socios".

Manuel Ortega explica que de momento no hay un plazo fijado para intentar cerrar los acuerdos que evitarían la muerte de Acorex pero la intención del consejo rector es acelerar el proceso. Como la empresa está en concurso de acreedores, el siguiente paso tras la elaboración del informe del administrador concursal es que el juzgado de lo mercantil fije una fecha para reunir la junta de acreedores y votar si aceptan o no la quita. Ortega baraja que esa cita se producirá en octubre o noviembre, con lo cual 40 días antes de ese día fijado por el juez sería el plazo máximo para cerrar un convenio. "Vamos a intentar no agotar los plazos y agilizarlo porque en julio se empiezan a recoger algunas cosechas y si hay posibilidad de convenio queremos que el nuevo Acorex reciba las cosechas de esas cooperativas con las que hay opciones".

Para Ortega los dos frentes que se están negociando son la última vía para salvar la agrupación extremeña y la solución más favorable para todas las partes. "Si no hay convenio con los acreedores vamos directos a la liquidación", sentencia el presidente, que sigue confiando en que Acorex aún tiene futuro.