La lluvia impidió ayer la salida a las calles de las tradicionales procesiones del Corpus Christi , pero no su desarrollo, aunque eso sí, bajo techo, los de las catedrales. Así, cientos de personas participaron en la procesión que, en los casos de Badajoz y Cáceres, se celebraron por el interior de su catedral y concatedral tras las misas oficiadas por el arzobispo, Santiago garcía, y el obispo de la diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro; y cientos fueron también los fieles que asistieron a la Misa que, presidida por el obispo de la diócesis de Plasencia, se celebró en la catedral vieja, donde no pudo llevarse a cabo la procesión.

Todas las eucaristías fueron concelebradas por numerosos sacerdotes de las respectivas diócesis, y contaron con numerosos niños de primera comunión.