En noviembre del 2003 la Cumbre de Figueira aprobó cuatro enlaces hispanolusos. El Madrid-Lisboa debía estar operativo en el 2010.

En octubre del 2004 Zapatero y Santana Lopes ratificaban el acuerdo de Figueira.

En enero del 2005 Portugal, ante el anuncio de un trazado mixto en España, exigía un AVE que uniese Madrid y Lisboa en 3 horas.

En mayo del 2005 el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se reunía con el ministro luso de Obras Públicas, quien rechazaba posibles retrasos.

En julio el Gobierno luso admitía ya un posible retraso que parecía confirmarse en los presupuestos del 2006.